La Vanguardia

Apuros por la PCR

Los pasajeros de El Prat no siempre lo tienen fácil para aterrizar con un test negativo

- JOSE POLO

Todo aquel que aterriza en un aeropuerto español procedente de un país considerad­o de alto riesgo por la pandemia debe presentar una prueba PCR con un diagnóstic­o negativo de Covid-19. En el listado de peligro hay 65 zonas en total, algunas tan concurrida­s como Francia, Italia o EE.UU. Es obligatori­o que este test se haya realizado, como muy tarde, 72 horas antes de la llegada a España. Y aunque la mayoría de pasajeros entiende la medida e incluso la apoya, algunos pasan serios apuros para cumplir con la legalidad y evitar exponerse a una posible sanción. Unos problemas que padecen sobre todo aquellos que llegan desde países lejanos después de largas escalas.

Pol Belinchón aterrizó ayer a la hora de comer en el aeropuerto de El Prat procedente de Lisboa. Este joven es un atleta que tras comenzar su carrera en Cornellà de Llobregat consiguió una beca para estudiar y seguir con su deporte en Indianápol­is (EE.UU.). Desde allí se desplazó a Boston para, pasando por Lisboa, llegar a Barcelona. “Ha sido imposible encontrar una clínica en mi ciudad de origen que hiciese la prueba el sábado y tenga los resultados en menos de 24 horas”, explica nada más pisar tierra firme. Lo intentó, pero el cronómetro fue traicioner­o. “Me he hecho hasta tres PCR a finales de la semana pasada para ver qué clínica era la más rápida”, recuerda. El viernes la última, que fue con la que voló. Tras explicar su apurada situación, y con esa prueba PCR negativa, le dejaron pasar. “Si vives en EE.UU. o en Australia, todo es muy complejo”, reflexiona.

Una situación parecida le pasó a Christophe­r Cortés, un abogado francés que aterrizó procedente de París en otro de los 16 vuelos de la jornada con destino a Barcelona procedente­s de zonas potencialm­ente peligrosas. “Fue muy complejo encontrar un laboratori­o que me hiciese la PCR el sábado y poder cumplir con las 72 horas”, recuerda. “Es el único problema que veo. Una vez superado, lo cierto es que todo ha sido muy fácil.

Me parece bien la medida”, añade.

Es la tónica habitual entre los pasajeros actuales de El Prat que, en absencia de turistas, mayoritari­amente vienen a Barcelona por trabajo: “No hay problemas en el control, es un trámite rápido”, sintetiza otro de ellos, Albert Belmonte. Con la PCR negativa hecha, que se puede acreditar tanto virtualmen­te como en papel, se rellena un formulario que da acceso a un código QR. En el aeropuerto unas máquinas escanean este código que revisa los formulario­s. De forma aleatoria, se le pide a los pasajeros que muestren su PCR negativa. Françoise Martin tuvo un problema con la generación del código QR, pero viajaba con la correspond­iente prueba diagnóstic­a. “Me ha tocado hacer un recorrido un poco más complejo”, comenta en la zona de llegadas.

¿Y qué pasa si llegas a España sin PCR, además de exponerte a una multa? “Me han hecho la prueba rápido y bien, en total se ha alargado el proceso unos 20 minutos”, responde Ethan Benillouch­e tras pasar un test de antígenos en el mismo aeródromo barcelonés y dar negativo. “Al llegar al aeropuerto de París me avisaron de que necesitaba un test PCR, yo no lo sabía”, lamenta este joven que viene a Barcelona por trabajo. “Ni la compañía aérea ni nadie nos avisó a mí ni a mi empresa. Creo que nos deberían avisar”, agrega. No obstante, Benillouch­e reconoce que, en el fondo, los requerimie­ntos para evitar la propagació­n del virus le parecen “bien”.

Aquellos que llegan tras largas escalas sufren para tener un test negativo en las últimas 72 horas

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Ethan Benillouch­e, un pasajero francés, llegando ayer al aeropuerto de El Prat procedente de París
ÀLEX GARCIA Ethan Benillouch­e, un pasajero francés, llegando ayer al aeropuerto de El Prat procedente de París

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain