La quinta de Dest
El lateral marca y lidera una noche con los debuts de Mingueza, Matheus y Konrad
El día que los periódicos estadounidenses hablaban mucho de Marc Gasol, ya que los Lakers hicieron oficial el fichaje del pívot de Sant Boi, del mediano de la familia, los periódicos catalanes se hacían eco del futuro del fútbol en la tierra del beisbol y del fútbol americano. No solo hay home runs o touchdowns, como quedó demostrado en Kíev y en la Champions.
Siete barras rojas, seis barras blancas y cincuenta estrellas sobre un rectángulo blanco. La bandera de Estados Unidos ya tiene su lugar en la historia del Barcelona. Sergiño Dest la puso en el mapa con su primer gol como blaugrana (aunque llegó vestido de negro) justo el día en que debutó su compatriota Konrad de la Fuente.
El Barça acabó jugando con dos futbolistas yanquis. Si Dest nació en Almere (Holanda) hace 20 años, el extremo Konrad, de 19, que entró a falta de nueve minutos y es natural de Miami, Florida, sí que es el primero en jugar habiendo nacido en suelo americano.
Dest, con el dos que dejó libre Semedo, empieza a ser influyente desde la banda. Ayer lideró a una nueva quinta millennial, de jóvenes nacidos a partir del año 2000. Aunque a él ya lo ficharon este verano para jugar en el primer equipo, ésta debe ser su generación. A su lado, debutaron Óscar Mingueza, Matheus Fernandes y el citado Konrad. Además, el duelo de Kíev significó el estreno en la Champions de Riqui Puig, casi dos años más tarde de que Valverde le diera la alternativa en la Copa frente a la Cultural Leonesa.
En 1995, el Benito Villamarín vio consolidarse a la Quinta del Mini, también conocida como la Quinta de Lo Pelat por Iván de la Peña. Además del cántabro, allí estaban Celades, Roger, Toni Velamazán y Moreno.
Unos años después llegó la camada de Xavi, Puyol, Mario Rosas, Gabri o Luis García, lo que daba idea del buen trabajo en la Masia. La siguiente quinta la lideró Iniesta y contó con Valdés, Motta y Oleguer. Mientras que en 2008, Guardiola, que conocía bien el filial y la cantera, se sacó de la manga a Busquets y Pedro como punta de lanza de los Thiago y Fontàs.
El partido de Kíev tuvo aire de bautismo para unos futbolistas jóvenes que se han encontrado un equipo en construcción. La suerte para ellos es que el conductor del proyecto es Ronald Koeman, un técnico valiente, que no tiene miedo en dar minutos a los chavales. Ayer, el once –con solo dos titulares del 2-8–, tenía una media de edad de 24 años.
En el descanso, a Antoine Griezmann le dio por practicar... de portero. Fue una señal inequívoca de que el gol tenía que buscar nuevo dueño en el Olímpico de Kíev. Con Messi, todos los ojos se dirigían a Coutinho y Pjanic, los dos únicos titulares que habían superado la decena de tantos en la máxima competición europea.
Pero le tocó abrir el marcador al menos esperado, al lateral derecho, al estadounidense, a Dest.
El defensa aprovechó un mal control de Braithwaite en el área para cambiarse el balón de la izquierda a la derecha y marcar con un disparo cruzado. Esa electricidad empieza a contagiarse en el equipo. Y a esa buena ola se subieron los canteranos Konrad, Mingueza y Riqui Puig. Los dos últimos ganaron la Youth League de 2018. Matheus es un caso aparte. El brasileño, que ya tiene 22 años, debutó sin ser presentado. Ya puede decir que existe. Fue el debut soñado para la quinta de Dest.