Sin bares ni restaurantes y con toque de queda
Si las cosas no se tuercen, los franceses recuperarán su libertad de movimientos el 15 de diciembre, aunque la pandemia seguirá condicionando la Navidad. La medida más dura anunciada el martes por el presidente Emmanuel Macron fue que los bares y restaurantes permanecerán cerrados al público al menos hasta el 20 de enero. Lo mismo, probablemente, para las estaciones de esquí. Desde el 15 de diciembre será posible ir al cine o al teatro. Aunque estará vigente un toque de queda, entre las 9 de la noche y las 7 de la mañana, se permitirá a los espectadores volver a casa, sin miedo a la multa, pasada la hora límite. En caso de control policial, bastará con mostrar el ticket de entrada de la función a la que acaban de asistir.
Las tiendas de productos no esenciales abrirán este sábado, tras un mes de clausura. Los negocios necesitan con urgencia la campaña navideña. Los desplazamientos por todo el territorio nacional estarán autorizados también desde el 15 de diciembre para que se pueda pasar las fiestas en familia. No hay límite de participantes en las reuniones privadas en los hogares pero Macron aconsejó máxima prudencia, con uso de mascarilla en presencia de personas vulnerables y ventilación continua de las habitaciones. El toque de queda no se aplicará ni en Nochebuena ni en Nochevieja.
Se teme que las fiestas puedan hacer rebrotar la pandemia. De ahí que se fije el 20 de enero para otra desescalada. Para entonces se sabrá si esta es posible.