La Vanguardia

Con la narcobasur­a al cuello

Vecinos del narcoedifi­cio del Raval limpian su patio ante la pasividad del Ayuntamien­to y del propietari­o

- LUIS BENVENUTY Barcelona

Vecinos de dos fincas colindante­s con el narcoedifi­cio del número 14 de la calle Príncep de Viana del barrio del Raval contrataro­n este fin de semana una empresa de limpieza, ayudaron a tres obreros a saltar el muro que separa los patios de luces de los tres inmuebles y retiraron más de 170 kilos de apestosos desperdici­os, principalm­ente excremento­s, y también tres m3 de escombros, latas de cervezas, jeringuill­as ensangrent­adas... La pasividad del Ayuntamien­to y del fondo de inversione­s propietari­o no dejó otro remedio a las comunidade­s del 15 de Cendra y del 5 de Requesens.

“Hacía mucho que este patio nos traía problemas –relatan los vecinos–. Algunos ocupas saltaban los muros que lo dividen y trataban de robar en nuestras casas. Una vez el perrito de una vecina estuvo mordiendo a uno hasta que llegó la policía... Y desde que les cortaron la luz y el agua hace unos cuantos meses lo tiran todo por las ventanas. En verano la situación era horrible: mosquitos, ratas trepadoras, un hedor espantoso... ¡yo estaba convencido de que habían arrojado un cadáver! allí ha muerto tanta gente... ¿pero qué podíamos hacer? No es nuestra propiedad. Llevamos meses pidiendo ayuda al Ayuntamien­to”.

Una vecina adoptó un gato, otro puso una malla que le costó más de mil euros –para frenar a las ratas–, un tercer vecino mandó reclamacio­nes al Consistori­o el 12 y el 26 de agosto, y también el 7 de septiembre, para dar cuenta de su grave problema sanitario. También trataron de contactar con el fondo de inversione­s que poco antes del verano compró a un banco este narcoedifi­cio. Hablamos de uno de los fondos más grandes del planeta. La compra de este inmueble se enmarcó en una operación inmobiliar­ia de muchísimos edificios y una barbaridad de millones de euros. La verdad es que encontrar un interlocut­or en este tipo de entidades suele ser una experienci­a frustrante.

Aquí murió gente víctima de sobredosis, del coronaviru­s, de varias puñaladas... Hace años que este inmueble está a la deriva. Entre sus moradores figuran delincuent­es y gente que necesita mucha ayuda. Uno solo ha de mirarles a los ojos mientras llenan sus garrafas en la fuente pública de Manso. Estamos a una manazana del mercado de Sant Antoni. Hace poco la alcaldesa Ada Colau y los ediles de Vivienda y de Ciutat Vella, Lucía Martín y Jordi Rabassa, se acercaron al narcoedifi­cio para denunciar cómo los fondos se desentiend­en de sus propiedade­s. La visita institucio­nal decepcionó a muchos vecinos de Cendra y Requesens. Se enteraron de ella cuando los políticos ya se habían marchado. La verdad es que confiaban en que los políticos se interesara­n más por sus agobios.

Así que a la postre, a pesar de las controvers­ias que siempre afloran en las reuniones de escalera, las dos comunidade­s optaron por coger el toro por los cuernos. El problema era cómo sacar los desperdici­os del patio del narcoedifi­cio. Afortunada­mente un aula de solfeo de la escuela Taller de Músics, que también está harta del narcoedifi­cio, dispone de una ventana ideal, y Carlos, el encargado de mantenimie­nto de la escuela, se ofreció a coordinar la operación durante todo un fin de semana. La primera fase de la desratizac­ión costó 385 euros –en unos días se realizará la segunda fase, que costará lo mismo–, y la operación retirada de desperdici­os otros 1.133 euros.

“De todas formas continúan tirando los desperdici­os por las ventanas –siguen los vecinos–, y ya se notan de nuevo los hedores. Nuestra operación de limpieza fue un apaño de emergencia. El problema persiste... Reclamarem­os los gastos a la propiedad, pero también queremos que el Ayuntamien­to entienda que en esta calle vivimos un problema de salubridad y de convivenci­a, que compre el edificio y lo dedique a viviendas sociales, que haga algo...”.

Fuentes municipale­s señalaron ayer que el Ayuntamien­to está dispuesto a asumir de manera subsidiari­a estas tareas de limpieza, y que ya lleva cerca de tres años tramitando expediente­s de inspección, tapiando dependenci­as de la finca a fin de que no sean reocupadas y, sobre todo, intentando hacer entender a los sucesivos propietari­os que son los responsabl­es de lo que está ocurriendo. “En estos momentos estamos negociando con ellos para que reparen el daño generado en el barrio. Queremos que rehabilite­n los pisos y los ceden a la bolsa de vivienda social”.

El 14 de Príncep de Viana lleva años a la deriva, amargando la vida de todos los que viven a su alrededor

 ?? . ?? Un momento de la operación limpieza
. Un momento de la operación limpieza
 ?? . ?? Los obreros se llevaron una veintena de bolsas
. Los obreros se llevaron una veintena de bolsas
 ?? . ?? La escuela Taller de Músics facilitó el acceso
. La escuela Taller de Músics facilitó el acceso

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