El Madrid somete al Inter
Los blancos se imponen en Milán y encarrilan la clasificación sin Ramos ni Benzema
El Madrid, tal y como hizo en el Camp Nou, sacó su mejor versión en el Giusepp Meazza y con una clara victoria ante el Inter dejó encarrilada su clasificación para los octavos de final, aunque todavía necesita ganar uno de los dos partidos que le quedan para certificar el pase. Por una vez, la ausencia de Sergio Ramos no resultó letal para los blancos. Tampoco estaba Benzema pero el Madrid se sobrepuso a las bajas con un partido solidario, donde su juego colectivo desarboló a un Inter bastante peor que en
Valdebebas pese a disponer de Lukaku, su goleador de referencia.
La apuesta de Zidane por dejar a Casemiro en el banquillo resultó un acierto. Sin apenas entrenamientos el brasileño, Zidane optó por utilizar a Kroos como medio de contención. El alemán actuó como tercer central cuando lo requirió el partido y Lukaku no la olió en ningún momento.
Tampoco Lautaro Martínez, tan activo en el Di Stéfano, tuvo una buena noche. De hecho, tan mal lo hizo que se quedó en la caseta en el descanso. Pero sin duda la clave negativa para el Inter fue la expulsión de Arturo Vidal, un jugador que siempre va pasado de revoluciones, a la media hora de juego. Por entonces el Madrid dominaba claramente en el juego y en el marcador gracias a un penalti de Barella a Nacho en el minuto 6 que transformó Hazard, su primer gol en competiciones europeas desde el que marcó en la final de la Europa League con el Chelsea el 15 de mayo del 2019.
La polémica llegó en el área blanca. Vidal protestó airadamente una entrada de Varane en la que el francés tocó balón y el chileno acabó por los suelos. Vidal pidió penalti y se encaró con el árbitro inglés, Taylor, que le sacó amarilla, lo que enfureció aún más al chileno, que siguió protestándole en la cara a gritos. Taylor se hartó y le mostró la segunda amarilla, la roja y le expulsó entre la indignación y desesperación del resto de jugadores interistas y de Conte en la banda. Arturo Vidal ya se las había tenido muy tiesas con el Madrid cuando militaba en el Bayern y algo menos en el Barcelona.
Quedaba un cuarto de hora para el descanso y todo parecía favorable para los blancos. El Madrid dominó si cabe con más claridad, pero no consiguió llevar verdadero peligro al área de Handanovic, que no tuvo que intervenir demasiado.
La segunda parte empezó con cambios en el Inter. Conté quitó a Lautaro y al defensa Bastoni y puso en acción a Perisic y D’ambrosio. El partido se reinició con un Inter aguerrido y valiente, consciente de que se iba del torneo de mala manera. El Madrid se mostró contemplativo. Quiso sacar a relucir un fútbol control, pero la noche se había puesto para guerreros, no para estilistas.
A los 58 minutos Zidane lo entendió así y en un córner sacó del campo a Odegaard y puso a Casemiro y a Mariano, que se había hartado de correr, por Rodrygo. Fue mano de santo. Casi al instante Kroos se la puso a Lucas Vázquez y este metió un balón en el área a Rodrygo, que la enchufó por la escuadra. Ya había sido el salvador del Madrid ante los italianos en Valdebebas, autor del 3-2 cuando el partido parecía más cerca para la victoria del Inter.
Rodrygo Goes tiene un idilio declarado con la Champions. De los nueve goles que ha marcado de blanco, seis lo han sido en esta competición.
El 0-2 dejó el partido ya definitivamente de cara para el Madrid. que empezó a gustarse, con mucho toque de balón y presión adelantada ante un Inter al que ya le pesaba el jugar con uno menos y llevaba la desazón que produce ir dos goles por debajo.
A falta de doce minutos entró Vinícius por Hazard. Zidane buscaba más velocidad y el desborde que da el brasileño. El Madrid apretaba y rondaba el área de Handanovic. En una contra Perisic tuvo la mejor ocasión de los locales, pero Courtois la abortó con lamejorparadadelanoche. Yano hubo más sustos para el Madrid, que controló tranquilo hasta el final. Si el Madrid llegó a Milán con el alma encogida, salió del Meazza eufórico. Zidane lo ha vuelto a hacer. Y ya van unas cuantas.