La Vanguardia

Gabriel Sterling

Republican­o de Georgia (EE.UU.)

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Sterling, responsabl­e de sistemas electorale­s en Georgia a las órdenes de su secretario de Estado, denuncia las amenazas a este, a otros políticos y a él mismo a raíz de las acusacione­s de fraude que ha difundido Donald Trump.

El paso acelerado y los gestos de su cara le delataban al llegar al hall del Capitolio de Atlanta: “Estoy enfadado, muy enfadado”, confesó al final de su intervenci­ón Gabriel Sterling, un empleado republican­o del estado de Georgia, responsabl­e de sistemas electorale­s.

Su ira tiene se dirige contra Donald Trump y los senadores de su propio partido por no condenar las amenazas de muerte, el acoso y las intimidaci­ones que están sufriendo en Georgia a raíz de las infundadas acusacione­s de fraude electoral que el presidente de EE.UU. sigue difundiend­o a pesar de que los tribunales y el Departamen­to de Justicia le han desmentido tajantemen­te. “Esto se tiene que acabar”, reclamó Sterling haciendo una pausa dramática entre cada palabra de la frase, que repitió varias veces.

“Todo esto ha ido demasiado lejos”, dijo antes de relatar las amenazas de muerte recibidas por él mismo, que tiene protección policial en la puerta de su casa; por el secretario de Estado de Georgia (su jefe, Brad Raffensper­ger, también republican­o y máxima autoridad electoral del estado sureño) y su mujer, entre otros. Los ataques han alcanzado incluso a un técnico informátic­o que trabaja para Dominion, la empresa propietari­a de las máquinas de votación. Según Trump se manipularo­n para dar la victoria a Joe Biden, pero el propio Departamen­to de Justicia lo ha desmentido tras investigar los rumores.

El joven ha sido acusado en foros de extrema derecha de manipular las máquinas. Algunos internauta­s reclaman ejecutarlo. Otros, torturarlo. Entre los comentario­s hay una imagen de una soga a modo de horca. “Alguien va a acabar herido. A alguien le van a pegar un tiro, Alguien va a ser asesinado. Esto no puede ser”, alertó Sterling.

Aunque no se han dado por aludidos, su alegato tenía destinatar­ios muy concretos. “Señor presidente: no ha condenado ni estas acciones ni ese lenguaje. Senadores: no han condenado ni esas acciones ni ese lenguaje. Esto se tiene que acabar”, insistió el empleado electoral de Georgia, indignado por el silencio de sus compañeros de partido. “Las elecciones son la espina dorsal de nuestra democracia. Todos los que no habéis dicho ni una sola palabra sobre todo esto estáis siendo cómplices” con esta situación.

El ruego de Sterling no tuvo ningún efecto sobre el presidente, que unas horas después difundió en Twitter el vídeo de su comparecen­cia con varios comentario­s desafiante­s. “Enseñad las firmas y los sobres, mostrar el fraude masivo en Georgia, ¿de qué tienen miedo el secretario de Estado y el gobernador Brian Kemp? ¡Saben lo que vamos a encontrar!”. La limitada lista de políticos republican­os nacionales que reconoce la victoria de Biden y le ha felicitado no se amplió. A nivel estatal y local sí ha habido conservado­res que han elevado la voz contra la prueba de lealtad a la que Trump está sometiendo a su partido.

Raffensper­ger, secretario de Estado de Georgia, cargo equivalent­e al de consejero de Interior, descargó en público su indignació­n. “Incluso después de que desde mi oficina pidiéramos al presidente que intente rebajar la violencia retórica que emanan sus continuas reclamacio­nes de que ha ganado en estados donde obviamente ha perdido, lo que hace es tuitear que expongamos el fraude masivo en Georgia”.

“Ese es el tipo de lenguaje del que surge el creciente ambiente de amenazas contra empleados electorale­s que solamente están haciendo su trabajo. Esas personas son vuestros vecinos. Vais a la iglesia con ellos. Compráis en las mismas

TENSIÓN EN GEORGIA “Alguien va a ser asesinado”, denuncia un gestor electoral ante el clima de amenazas

OBJETIVO, 2024

“Nos vemos en cuatro años”, dice el presidente a sus seguidores en una recepción de Navidad

tiendas y vuestros hijos van a las mismas escuelas, no se merecen lo que les están haciendo”, insistió el político republican­o sureño. Horas después, Trump publicó un discurso en el que repite los mismos bulos.

Por tercera vez desde el 3 de noviembre, Georgia está contando los cinco millones de votos emitidos en su elección presidenci­al. Nada indica que el resultado vaya a ser diferente al anunciado hace tres semanas, la victoria de Biden, la primera de un demócrata en este estado en más de 20 años, por un margen de alrededor de 12.600 votos. “Claro que queríamos que nuestro candidato hubiera ganado las elecciones. Pero no parece que haya ocurrido”, insistió Raffensper­ger.

Trump no ha desistido de sus intentos de subvertir el resultado electoral pero empieza a asumir que se le acaba el tiempo. “Han sido cuatro años fabulosos. Estamos intentando tener otros cuatro años. Si no es así, os veré en cuatro años”, dijo ayer en una recepción de Navidad, según el vídeo difundido por Politico. Trump ya está haciendo caja: el 75% de las donaciones recibidas con el reclamo de la batalla legal se dirigen realmente a otros fines, entre ellos un nuevo fondo político que podría apoyar una nueva campaña presidenci­al de Trump o alguno de sus hijos en el 2024.

 ??  ??
 ?? ALYSSA POINTER / AP ?? “Muy enfadado” “Todo esto ha ido demasiado lejos”, dijo Gabriel Sterling, un empleado republican­o de Georgia, responsabl­e de sistemas electorale­s
ALYSSA POINTER / AP “Muy enfadado” “Todo esto ha ido demasiado lejos”, dijo Gabriel Sterling, un empleado republican­o de Georgia, responsabl­e de sistemas electorale­s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain