Barcelona pagará placas solares en las azoteas
El Ayuntamiento crea un fondo de 50 millones, que prevé que alcance 166 millones con capital privado, para impulsar la transición energética
Las azoteas están llamadas a ser los escenarios de un importante cambio en Barcelona. Muchas, de todo tipo de edificios, podrían acoger placas fotovoltaicas para generar electricidad y, así, promover el autoabastecimiento. Es un ambicioso objetivo, compartido por muchas ciudades, que la capital catalana quiere impulsar sin coste para los propietarios. Para ello creará un fondo, que también servirá para promover la rehabilitación energética –principalmente el aislamiento térmico– de los inmuebles y que comenzará a andar a principios del 2021 con 50 millones de euros aportados por el Ayuntamiento y la previsión de alcanzar al menos 166 millones con inversores privados.
El 100% de la inversión irá a cargo del fondo, de modo que los propietarios –por ejemplo, las comunidades de vecinos– no tengan que asumirla, algo que hoy es una importante barrera económica para el despegue de la fotovoltaica en edificios residenciales. La rentabilidad para los inversores vendrá de los ahorros que produzcan las instalaciones a lo largo de su vida útil, según el modelo ESCO.
La iniciativa, denominada Mecanismo para la Energía Sostenible de Barcelona (MES Barcelona) y que se prevé aprobar en el pleno de este mes, es fruto del acuerdo presupuestario del 2020 que suscribió el gobierno de Bcomú y PSC con ERC y Jxcat. Este origen propició que ayer fuese presentada conjuntamente por ediles de las cuatro formaciones con una cordialidad que apunta a repetirse de cara a las cuentas del 2021 (véase recuadro).
“Es un instrumento de lucha contra el cambio climático, pero también de respuesta al momento de crisis social y económica que vivimos”, destacó la socialista Laia Bonet, teniente de alcalde de agenda 2030. Así, detalló, además de “acelerar la transición energética” por toda la ciudad, ayudará a “captar inversores, especialmente operadores energéticos y empresas del sector” de modo que “Barcelona siga configurándose como un hub tecnológico de la economía verde”.
El portavoz republicano, Jordi Coronas, tras recordar que su grupo fue el que planteó la propuesta de crear un fondo de este tipo con 50 millones en los presupuestos, quiso dejar claro que “este instrumento no es suficiente, pero es imprescindible” para impulsar los cambios que necesita la ciudad en materia energética. En este sentido, abogó por impulsar un green deal centrado en la rehabilitación de edificios, dado que el 70% tiene más de 60 años y precisan mejorar su eficiencia.
Para la presidenta del grupo municipal de Jxcat, Elsa Artadi, la iniciativa “es un buen ejemplo de crecimiento inteligente que hace compatible la generación de empleo, de riqueza y de valor añadido con políticas contra la emergencia climática”. La concejal también destacó que “con la colaboración públicoprivada caminamos para lograr una ciudad autosuficiente en la que ganamos todos”. Y recordó la conveniencia de actuar en este ámbito ya que “dos terceras partes del consumo energético y más del 40% de los gases contaminantes proceden de la edificación, un foco que a menudo ha quedado aparcado”.
También el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, de Bcomú, puso en valor el calado de la transformación que esta medida puede impulsar. “Hay que pasar del siglo XX al XXI de la mano de las energías renovables en las que todos somos protagonistas”, manifestó. Y recordó otras iniciativas que empujan en la misma dirección, como las ayudas a la rehabilitación, que son independientes del fondo presentado ayer. Asimismo reclamó el compromiso de las otras administraciones “con presupuestos ambiciosos”, así como de la iniciativa privada.
La previsión de MES Barcelona es incrementar un 66% la generación de energía renovable en la ciudad, que ahora es de 140 GWH, equivalente al 1% de la electricidad consumida. En el primer trimestre del 2021 se lanzará una campaña informativa. Una secretaría técnica canalizará las peticiones y vehiculará las propuestas. En el caso de inversores en fotovoltaica, entre otros criterios se garantizará que diversifiquen la instalación en diferentes tipos de edificios, fomenten el autoconsumo, las comunidades energéticas y la instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos.
El nuevo instrumento financiero es fruto de un acuerdo del gobierno sociocomún, con ERC y Jxcat