Una tarde en Montblanc
En un banco de la plaza de Montblanc hablo con Aiza. Y con Victoria Martínez Canto, madre de acogida de la niña saharaui, que me ha contactado por Messenger: “Que hablen estos chicos, para que sientan que desde aquí pueden ayudar a sus familias allí”. Aiza es una de los 170 jóvenes saharauis que cada año acoge España (29 en Catalunya) mediante los oficios de Madrassa Catalunya y la Federación de Asociaciones Madrassa, y la Associació d’amics del Poble Saharaui. Aiza se quedó aquí por culpa del virus, y ahora por un alto el fuego de treinta años roto: Marruecos ataca y el secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali –presidente de la República Árabe Democrática Saharaui–, decreta estado de guerra.