El actor David Verdaguer triunfa en el teatro y en la televisión
El polifacético actor regresa al teatro y a la televisión con el premiado ‘Tabús’ de TV3
Confiesa David Verdaguer que los años impares se le dan mejor que los pares. Para muestra lo que sucedió en el 2017 cuando nació su hija Lupe, fruto de la relación que mantiene con la actriz María Rodríguez, además de los tres grandes premios que cosechó gracias a su interpretación en el filme Verano 1993 dirigido por Carla Simón: un Goya, un Feroz y un Sant Jordi de Cinematografía. Hacer una valoración de este 2020 es un trabajo titánico para la mayoría de los mortales que vivimos de cerca una pandemia que nos marcará para siempre nuestras vidas.
Por si fuera poco, Covid-19 y sector cultural es una combinación que suele saldarse con pinchazo en el corazón y la frustración de ver cómo se ha parado la vida para muchos profesionales. Por suerte, hay luz al final del túnel y el actor de 37 años nacido en Malgrat de Mar pero afincado en el barrio del Born de Barcelona desde que tenía 18 años, vuelve hoy a subirse a un escenario en el teatro Poliorama de la mano de una de las obras catalanas más representadas mundialmente, El mètode Grönholm, del dramaturgo Jordi Galceran, que se estrenó por primera vez en el 2003 en el Teatre Nacional de Catalunya.
“Tengo un problema y es que no me soporto a mí mismo sin trabajar”, confiesa Verdaguer en un encuentro con La Vanguardia en el que descubre que ha podido pasar mejor el confinamiento gracias a una de las aficiones que ha potenciado: dibujar. “Soy muy malo, pero me calma”, admite el actor. Han sido días para conocer mejor a su hija, a la que cataloga como “mi persona favorita en el mundo” y define el amor hacia un hijo como “el más incondicional que hay, ya que lo das sin esperar nada a cambio”. De hecho, los espectadores fuimos testigos de su proceso de paternidad junto a su pareja ya que el director Carlos Marqués-marcet los escogió como protagonistas de la película Los días que vendrán filmada a lo largo de los nueve meses de gestación de la actriz: “El parto es lo único que no es real. Jamás quisimos ser Mario Vaquerizo y Alaska”, bromea un Verdaguer que cuida su intimidad en las redes sociales.
El cómico e intérprete se muestra ilusionado antes del estreno de El mètode Gronhölm, una comedia de la que no quiere obviar su lado más dramático: “Es un retrato de hasta dónde puede llegar el egoísmo humano cuando las personas tienen que salvar el culo. Es algo que hemos visto también en esta pandemia que ha sacado lo mejor de las personas, pero también lo peor”. ¿Se considera usted ambicioso? La respuesta también es en clave reflexiva: “Me gusta mucho trabajar pero no soy ambicioso. De hecho, la ambición sin perjudicar a nadie no es mala, a veces me gustaría serlo algo más”. Y apostilla: “Jamás he tenido la sensación de vivir en un photocall o de tener que venderme en exceso”. Preguntado por su casting más surrealista, Verdaguer cuenta una anécdota sobre un día que quedó con un representante para pedirle trabajo y le dijo que solo buscaba mujeres: “Me presenté en el bar disfrazado de mujer y se enfadó muchísimo”.
El actor es también el presentador del multipremiado programa de TV3 Tabús, del que ya se ha grabado una segunda temporada que se emitirá en primavera. “El humor me ha salvado la vida, lo digo sin metáfora, y es la manera más seria de enfrentarse a los problemas”. Verdaguer siente devoción por un programa que encara con valentía y humor temas sociales que a priori son tabúes: “Tenemos que hacer humor de todo; estoy hasta la coronilla de la responsabilidad que se nos da los cómicos en este sentido. ¡Preocúpate de la gente que habla en serio!”, señala el actor, que confiesa que borró su cuenta de Twitter antes de estrenar el programa para no tener que soportar a “los ofendiditos”. David Verdaguer, que ha demostrado ser polivalente tanto en comedia como en drama, tiene un último deseo para cuando termine la pandemia: “Que jamás perdamos nuestro carácter mediterráneo y dejemos de socializar”. Ese es su método: valentía y humor.
“El humor es la manera más seria de enfrentarse a los problemas”, asegura el intérprete gerundense