Infierno de la mujer maltratada
Volver a empezar (Herself)
Dirección: Phyllida Lloyd Intérpretes: Clare Dunne, Molly Mccann, Harriet Walter Producción: Irlanda, 2020. Duración: 97 m. Drama
Tras haber filmado a Meryl Streep recreando la figura de Margaret Thatcher en La Dama de Hierro y repetir con la actriz en la comedia musical Mamma Mia!, la cineasta británica Phyllida Lloyd decide saltar al terreno nada fácil del drama, para describir –sin matices ni excusas– el infierno de la violencia ejercida contra las mujeres. Una realidad, como todos sabemos, a veces ocultada por las propias víctimas o ignorada por sectores sociales que siguen adscritos a las conductas más conservadoras y reaccionarias. Fue la actriz dublinesa Clare Dunne, magnífica protagonista de Volver a empezar (Herself), la que tras actuar en los dos anteriores largometrajes de Phyllida Lloyd y en varios montajes teatrales suyos, le transmitió la idea de esta película. Idea surgida de la historia contada por una amiga irlandesa, madre soltera con tres hijos, que debía abandonar por problemas económicos la casa donde vivían.
Sandra (extraordinaria Clare Dunne, cabe repetirlo), la protagonista de Volver a empezar (Herself) es una joven madre de dos niñas, maltratada por su expareja y que trata de evitar la relación abusiva a que quiere someterla. La incesante lucha de esta mujer aún traumatizada por los recuerdos violentos se extiende al ámbito laboral, ya que trabaja como empleada doméstica en su afán de supervivencia y de mantener a sus hijas con ella. La posibilidad de construir una casa donde tener su residencia facilitaría un camino que intentará recorrer con la solidaridad de amigos y conocidos.
Una historia de estas características podía conducir la película al terreno del drama desmesurado y nada creíble por sus trucos en busca de falsas emociones. Nada de esto ocurre en una narración que en ningún momento se deja llevar por la exageración y que mantiene un tono siempre acorde con los hechos descritos. La lección moral de este drama no exento de algunos toques de humor es que solo el movimiento colectivo, la unión de clases sociales y el deseo de compartir harán que el universo cotidiano termine siendo accesible para todos.