‘Déjame'
El banquillo del Bernabeu tiembla. El Madrid ha entrado en una espiral de juego pobre y resultados pésimos y todas las flechas señalan a Zinédine Zidane. Inmediatamente después de la derrota contra el Shakhtar, los conceptos destitución y relevo ya se cernían sobre la cabeza del técnico francés, con nombres como Pochettino y Raúl González. No deja de sorprenderme la velocidad con que cae la afilada hoja de la guillotina sobre la cabeza de Zidane, que durante los últimos años ha llevado grabada la etiqueta de salvador del madridismo. Aunque es buen conocedor de cómo funciona el fútbol de élite, me lo imagino intentando entender cómo se puede pasar del amor al menosprecio en cosa de un mes. No lo veo montando un drama, ni lleno de ira, pero sí con ganas de decirle cuatro cosas bien dichas al madridismo. Y para hablar claro siempre mejor hacerlo con música. ¿Qué te parecen Los Secretos, Zizou?
Déjame, no juegues más conmigo. Esta vez en serio te lo digo. Todavía no hace ni dos años que Florentino Pérez lo fue a buscar para que enderezara un equipo sin rumbo. Zidane ya lo había hecho todo como entrenador del Madrid, había ganado tres Champions, no tenía ninguna necesidad de volver allí donde ya había tocado la gloria. Una segunda parte difícilmente podría mejorar la primera, pero respondió al grito de auxilio del presidente madridista.
Déjame, no vuelvas a mi lado, una vez estuve equivocado. Por demérito del Barça, sí. Pero el Madrid es el vigente campeón de Liga, de la Liga de la pandemia. Y, cumpliendo con sus obligaciones, Zidane pidió refuerzos. Un central para abrir el camino del relevo a Sergio Ramos. Un centrocampista para no depender siempre de Casemiro. Y un delantero centro capaz de cubrir el agujero que dejó Cristiano Ronaldo hace dos años y medio y que ni Mariano ni Jovic ni nadie ha podido tapar. Pero con un flamante nuevo estadio en construcción, los precios de los Pogba, Mbappé y compañía fueron demasiado para Florentino y, por primera vez en los últimos 40 años, el Real Madrid empezó una temporada sin hacer ningún fichaje. Zidane, pues, se ha encontrado sin ninguna inversión en un equipo donde, además, hay jugadores en un estado de forma muy alejado del fútbol profesional. El calendario frenético y las lesiones han acabado de sacudir el cóctel y, sin tiempo para pedir que no disparen al pianista, Zidane ha sido el señalado como el responsable de la deriva.
Déjame, ya no tiene sentido, es mejor que sigas tu camino, que yo el mío seguiré. Zidane todavía no ha llegado a esta estrofa del tema. Tampoco Florentino. De momento. La situación es delicada y vienen partidos cruciales: Sevilla, Borussia Mönchengladbach, Atlético de Madrid... Ahora bien, sin intención de hacer spoilers a aquellos que ya se frotan las manos con el inminente naufragio blanco, preparad las palomitas porque la enésima resurrección del Madrid se acerca.
Sin tiempo para pedir que no disparen al pianista, Zidane ha sido el señalado como el responsable de la deriva