Eduard Gratacós
Director de Bcnatal
Un proyecto pionero de Bcnatal, el centro de medicina maternofetal conjunto de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu, ha anunciado que creará una placenta artificial para mejorar las expectativas de los bebés prematuros.
Nadie puede escoger cuándo nacer ni tampoco qué cartas le tocan, pero la ciencia y la investigación pueden contribuir a mejorarlas. En Europa, tres de cada 1.000 bebés nacen antes de las 26 semanas de gestación. Son prematuros muy extremos, cuya supervivencia oscila entre el 25 y el 75%, y que padecen secuelas de por vida. A pesar de los enormes avances en medicina fetal, en los últimos 20 años el pronóstico para estos recién nacidos no ha variado.
Sin embargo, las cartas de futuro de estos niños y sus familias podrían cambiar drásticamente gracias a un proyecto, liderado por los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona, que pretende crear una placenta artificial que reproduzca las condiciones del útero materno fuera de la madre. En ella, estos recién nacidos, sumamente frágiles de entre 500 y 1.000 gramos, podrían madurar unas semanas más hasta que sus órganos se hayan desarrollado lo suficiente para poder funcionar de forma autónoma.
“El feto está preparado para vivir dentro de la madre, respira y se alimenta a través de ella. Podemos desafiar a la naturaleza, sacarlo antes de lo previsto y ayudarlo a sobrevivir, pero por debajo de las 26 semanas topamos con los límites de la biología” explica Eduard Gratacós, director de Bcnatal, el centro de medicina maternofetal conjunto del Clínic y Sant Joan de Déu, que liderará el proyecto de Placenta artificial. Por debajo de esas semanas de gestación, la mayoría de los órganos del feto aún se están formando, incluso el cerebro, que apenas tiene el 30% de neuronas y conexiones.
“A veces logramos que esos prematuros extremos sobrevivan, pero a costa de secuelas muy importantes a lo largo de su vida. Por eso necesitamos un proyecto disruptivo como este”, destaca.
Placenta Artificial, que contará con un impulso de la Fundación ‘la Caixa’ de casi 7 millones de euros, consistirá en desarrollar un prototipo de bolsa uterina, fabricada con biomateriales blandos, semitraslúcida, repleta de un líquido similar al amniótico a temperatura controlada. Estará conectada con un sistema que, a través del cordón umbilical del feto, oxigenará su sangre y le aportará nutrientes, hormonas y otras moléculas que recibiría de estar aún en el útero de su madre.
“Se trata de utilizar la tecnología a favor de la naturaleza para que el feto viva en las condiciones fetales más parecidas posibles a la realidad”, incide Gratacós. En el fondo, explica, “se trata de engañar a un sistema perfecto, como es el embarazo humano, y hacerle creer al feto que no ha salido del cuerpo de su madre”. Y eso, advierte, es muy complicado.
Por ello, el feto estará monitorizado continuamente de forma no invasiva a través de microsensores, desarrollados por el Institut de Bioenginyeria de Catalunya; también se controlará el flujo sanguíneo, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. En el caso de que haya que intervenir al feto, se hará a través de unos puntos concretos de la placenta mediante un brazo robótico de microcirugía, creado por la Universitat Politècnica de Catalunya. De esto también se podrían beneficiar aquellos fetos que requieran ser operados en la gestación.
Así, en la primera fase, que durará entre 2,5 y 3 años, el objetivo será acabar de desarrollar el prototipo y probarlo con fetos ovinos. En una segunda fase, se intentarán reproducir los sonidos del cuerpo de la madre e investigarán de qué manera impacta eso en el desarrollo del cerebro fetal. Por último, si todo va bien, en cinco o seis años podrían dar el salto a probarla en bebés humanos.
En todo el mundo hay otros tres proyectos en marcha de placenta artificial más avanzados, aunque para Gratacós Barcelona tiene la capacidad, el conocimiento y el entorno científicotecnológico para lograrlo con éxito. En el proyecto, además. participarán expertos en bioética, así como padres y madres de niños prematuros.
UNA BOLSA DE BIOMATERIAL Reproducirá las condiciones que tienen los fetos en el útero materno
BEBÉS DE 500 A 1.000 GRAMOS Lideran el proyecto el Sant Joan de Déu y el Clínic con el apoyo de la Fundació La Caixa