Bachelet denuncia ante la ONU que aumenta la represión en Bielorrusia
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció ayer que “en las últimas semanas ha habido un continuo deterioro de la situación de los derechos humanos” en Bielorrusia y pidió al régimen de Alexánder Lukashenko que “libere de inmediato a todos los detenidos de forma injusta o arbitraria” y respete el derecho a la reunión pacifica.
En el curso de un debate en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet indicó que desde el inicio de las protestas, en agosto, más de 27.000 personas han sido detenidas. Solo el mes pasado hubo más de 1.700 arrestos tras las protestas de los días 8, 15 y 30 de noviembre. Las autoridades están aumentando los castigos a los manifestantes, que en los primeros meses solían cumplir como máximo 15 días de detención administrativa, mientras que en las últimas semanas se han aplicado artículos del Código Penal que implican penas de prisión.
Políticos opositores, periodistas, blogueros, abogados y defensores de derechos humanos están siendo perseguidos. Bachelet señaló también la violencia policial en la calle, que ha tenido como consecuencia la muerte de al menos cuatro manifestantes, además de palizas en comisarías y centros de detención. El Gobierno bielorruso no ha permitido acceso al país a observadores de la oficina de la alta comisionada.
Los ministros de Exteriores de Ucrania, Polonia, Lituania, Estonia, Eslovaquia, Rumanía y Dinamarca (en representación de los países nórdicos) apoyaron las denuncias de Bachelet y en algunos casos pidieron la liberación de los presos políticos y la repetición de las elecciones de agosto.
El embajador bielorruso ante las Naciones Unidas en Ginebra, Yury Ambrazevich, argumentó que no era razonable llevar a debate la situación de su país “cuando sigue habiendo catástrofes humanitarias y guerras en otras naciones”. Añadió que “en muchas autodenominadas democracias desarrolladas se llevaron a cabo manifestaciones donde la violencia policial se produce con regularidad”, y puso como ejemplo los enfrentamientos que hubo recientemente en Alemania durante protestas en contra de las limitaciones dictadas ante la pandemia. Ambrazevich pidió a la Unión Europea que “vuelva a la lógica de la no intervención” y criticó a países vecinos como Lituania, Polonia o Ucrania, que “quieren resolver sus problemas a costa de los vecinos”.
En el debate, Bielorrusia recibió el apoyo de Cuba, Venezuela y Rusia. La delegación rusa insistió en el doble rasero de la comunidad internacional ante la violencia policial en Alemania o Francia.