Los partidos cuestionan una posible suspensión del 14-F
El PSC pide que un supuesto aplazamiento no sea sine die
Los grupos y subgrupos parlamentarios expusieron ayer serias dudas sobre la posibilidad de un aplazamiento de las elecciones del 14-F. Lo hicieron tras la reunión de la mesa de partidos, convocada por el presidente del Parlament, Roger Torrent, en la que el conseller de Acció Exterior, Bernat Solé, que tiene la competencia en procesos electorales, presentó los protocolos que está elaborando el Govern junto al Procicat para garantizar durante la pandemia la seguridad y el voto en las elecciones del 14 de febrero. En la documentación que entregó Solé, se prevén dos escenarios de suspensión de los comicios que los partidos pidieron perfilar e incluso alguna de las formaciones rechazó.
En esos protocolos se contemplan nueve escenarios epidemiológicos. Siete de ellos garantizan el voto para todo el censo, aunque para ello deban adoptarse medidas extraordinarias. Los dos restantes son los que trazan un aplazamiento del 14-F: en caso de confinamiento total, como el decretado en la primavera pasada, y si se establece una “restricción absoluta de actividades sociales”. Esta última situación sería similar al marcado en Catalunya antes del tramo 1 actual: limitación de reuniones a seis personas, toque de queda, confinamiento perimetral y un “riesgo muy elevado para la salud” y peligro de “desborde del sistema sanitario”.
Jéssica Albiach, líder de los comunes en el Parlament, rechazó que se prevea la suspensión de las elecciones en este último escenario. “Podríamos ir a trabajar y comprar una camiseta en el Portal de l’àngel, pero no podríamos votar”, explicó contrariada. La diputada pidió responsabilidad a todos los partidos y no “jugar con intereses partidistas”.
También desde Ciudadanos expresaron recelos sobre la suspensión prevista en cualquiera de los dos escenarios que la recogen, en su caso por la supuesta subjetividad de la decisión de aplazamiento. “Nos opondremos a cualquier intento de aplazarlos por intereses partidistas”, aseguró la diputada naranja Marina Bravo.
La CUP también exigió que se prevean “criterios objetivables” vinculados a elementos de salud y técnicos para decidir si se suspenden las elecciones. Estos criterios deberían basarse, por ejemplo, en la velocidad de contagio de la Covid-19 (la Rt) o la incidencia acumulada, para evitar un posible aplazamiento “por capricho”.
De poco sirvió, pues, que al principio de la reunión el conseller Solé asegurara que solo habrá cambios en los comicios “desde el punto de vista epidemiológicos”.
Más prudente fue Elsa Artadi, portavoz de Jxcat. Para la diputada, “es un tema delicado que merece de un monográfico para consensuarlo”. Con todo, expresó su convencimiento de que no la situación sanitaria no llegará a un punto de gravedad como para provocar el aplazamiento de las elecciones.
Ferran Pedret, diputado del Psc-units per Avançar, apuntó que durante la reunión se habló brevemente de los escenarios de suspensión. Sin embargo, el diputado socialista prefirió situar el foco en que se evite “especular” con la fecha de las elecciones. “No queremos contribuir a añadir ruido”, adujo, si bien aclaró que el PSC no está dispuesto a tolerar que si se produce un retraso en los comicios lo sea sine die.
Ciudadanos afirma que no permitirá que se puedan retrasar las elecciones por intereses partidistas