La Vanguardia

El alquiler en Barcelona sube a precios de prepandemi­a

Las rentas se sitúan en los 979,42 euros mensuales durante el tercer trimestre, apenas un euro menos que a principios de año

- SILVIA ANGULO

La bajada de precios registrada en el mercado de alquiler en Barcelona durante los meses del confinamie­nto estricto fue un espejismo. Entre julio y septiembre la renta media de un piso en régimen de arrendamie­nto ha vuelto a subir y se sitúa ya en valores similares al mes de enero, a tan solo un euro por debajo de antes de la pandemia.

El incremento en tres meses es de un 3,12% y solo hay un distrito, el de Gràcia, que experiment­a una evolución negativa con un descenso en los precios de casi el 2%. Así las cosas, un piso de alquiler en Barcelona cuesta al mes 979,42 euros, 30 euros más que en abril, según los datos elaborados por la Generalita­t a partir de las fianzas depositada­s en el Institut Català del Sól (Incasòl).

Este incremento de las rentas ha venido acompañado también de un aumento en el volumen de la contrataci­ón. Durante el segundo trimestre del año el mercado se hundió por la imposibili­dad de realizar nuevas operacione­s a consecuenc­ia del encierro de la población. Ahora la situación se ha recuperado considerab­lemente también a niveles similares de antes de la crisis sanitaria. Así se han pasado de registrar 5.801 nuevas firmas entre abril y junio a las 11.055 de julio a septiembre. También debe tenerse en cuenta que las cifras de los tres primeros meses se vieron afectados por 15 de confinamie­nto, en los que tampoco se efectuaron contrataci­ones.

El director del Incasòl, Albert Civit, explica que este incremento del valor del alquiler está estrechame­nte relacionad­o con la demanda existente sobre la tipología de los pisos. Los más baratos y pequeños, según explica, no han bajado los precios porque continúan siendo los más demandados. En cambio, sí que han bajado de valor las viviendas de alquiler de mayor tamaño, aquellas que alquilaban estudiante­s para compartir o de familias numerosas. “Este tipo de residencia­s han sufrido una reducción, pero las otras que están tan demandadas porque al final son más económicas no han moderado los precios”, señala.

Sobre la irrupción de las residencia­s de uso turístico en el mercado que ha contribuid­o a incrementa­r la oferta del alquiler, Civit señala que no se trata tampoco de un producto económico, ya que estas acostumbra­n a estar amuebladas y se alquilan por precios que no suelen ser baratas. También explica que durante el segundo trimestre el mercado se hundió por completo, así que se preveía una cierta recuperaci­ón.

Lo cierto es que la zona más cara de la ciudad continúa siendo Sarriàsant Gervasi, mientras que la más económica es Nou Barris. Este último distrito ha resultado el más inflacioni­sta con un incremento medio de las rentas del 9,21%. Además, siete de los diez distritos se sitúan por debajo de la media de precios de Barcelona.

El gerente de la Cambra de la Propietat de Barcelona, Óscar Gorgues,

dice que quienes están alquilando ahora no han bajado su presupuest­o y alquilan pisos de mayor calidad, mientras que aquellos que no tiene recursos no se cambian de vivienda porque no pueden y se alquilan menos pisos baratos. Esto a su parecer hace que los precios estadístic­amente no bajen y cambien la estructura del mercado de alquiler barcelonés. Gorgues refiere que las rentas se están negociando, no a grandes niveles, pero se está haciendo actualment­e.

Para el portavoz del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera, los precios se han recuperado porque los propietari­os se resisten a bajarlos. “Prefieren mantener los pisos vacíos a la espera de ver cómo evoluciona la situación económica en los próximos meses”, apunta.

En su opinión, la demanda se ha resentido porque en Barcelona no hay estudiante­s, ni trabajador­es extranjero­s, que eran un colectivo importante que nutría los pisos de alquiler. Además las familias han visto reducidas sus expectativ­as económicas e ingresos. “A esto –dice– se le debe sumar la entrada en el mercado del arriendo de los apartament­os turísticos que ha aumentado la oferta que había antes”. Por eso, dice que la situación actual echa por tierra el mantra de ciertos sectores inmobiliar­ios que dicen que el mercado se regula solo. “En este escenario con menos demanda y más oferta de pisos en alquiler los precios deberían bajar, pero no lo hacen”, lamenta.

Los precios reflejados en el tercer trimestre del 2020 dejan al margen la entrada en vigor a finales de septiembre de la ley de regulación de los precios del alquiler impulsado por la Generalita­t. No será hasta conocer la evolución de los últimos tres meses del 2020 cuando se podrá analizar el efecto de la normativa que está recurrida ante el Tribunal Constituci­onal.

EL MAYOR INCREMENTO El distrito más inflacioni­sta ha sido el de Nou Barris, a pesar de ser el más barato

OPERACIONE­S Entre julio y septiembre se firmaron 11.055 nuevos contratos

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LA VANGUARDIA FUENTE: Secretaria d’habitatge de la Generalita­t

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