Un buen entrecot en el Parking Sótano
Los dueños de Parking Pizza y Parking Pita han abierto un restaurante dedicado a la carne (buen entrecot y acompañamientos) en un local que arriba cuenta con una nueva pizzería
La palabra sótano escrita en mayúsculas con una tipografía austera y, debajo, un signo menos seguido de un número uno, bajo la luz tenue de una bombilla pelona. Podríamos estar en un parking. Y lo estamos. Es Parking Sótano (pasaje Marimón, 5), un nuevo restaurante de carnes a la parrilla con una carta breve en la que todo gira en torno al entrecot.
Pieza de 500 gramos para dos personas (35 euros), cocinada en su punto y controlado cada detalle por Gloria Márquez, la venezolana jefa de cocina. Carne de lomo bajo que viene de Alemania, “la mejor que hemos encontrado para entrecot”, cortada y servida con diversos acompañamientos bien trabajados: salsas bearnesa, café de París, chimichurri... patatas gratén con puerro y gruyere, cebolla frita, patatas fritas, espinacas con crema, zanahoria asada, una ensaladita, o huevos
Berta Bernat y Marcos Armenteras apuestan por una carta muy corta con carne y acertados acompañamientos
con parmentier y trufa . Nada más y nada menos que eso y pan tostado con mantequilla ahumada para esperar o un goloso sticky toffiee para acabar, una mousse o trufas .
En el mismo espacio que en su día acogió el restaurante Céleri de Xavier Pellicer, en el que reinaban las verduras y las hortalizas, ahora manda la carne. Es lo que hace tiempo querían ofrecer Berta Bernat y Marcos Armenteras, los dueños de Parking Pizza y Parking Pita, que se quedaron este local de dos plantas hace un año, antes de que el mundo diera la vuelta como un calcetín y que han vencido los miedos y han resistido para defender una oferta muy sencilla y muy directa. “Nos gusta que el cliente sepa lo que vienen a tomar, una propuesta clara y simple, pero de la mejor calidad que somos capaces”. En la planta superior, un nuevo Parking Pizza, el tercero, que se suma a los que abrieron en noviembre del 2013 en la calle Londres y en el 2015 en paseo Sant Joan, con su doble espacio de pizzas y de pitas. Berta Bernat y Marcos Armenteras saben de restauración porque ambos crecieron profesionalmente en la escuela Tragaluz y porque les gusta comer y viajar y saben que tener la propuesta muy definida es bueno. A ellos les funciona en sus pizzerías y seguramente les funcionará en este nuevo y agradable local en el que junto al equipo de Lekuonastudio y al arquitecto Antonio Spalletta han creado un espacio que Emilio Lequona describe como de austeridad acogedora. No se reserva ni se puede pedir pizzas abajo ni carne arriba.