La Vanguardia

Los incomprend­idos

- David Carabén

Qué jugada más bonita, la del primer gol del miércoles, en la que Alba y Dembélé combinaron en un tuya-mía magistral hasta el centro, que remató en el área pequeña Griezmann, con el tacón, bajo las piernas del portero y hasta la red! Uno se detiene a pensar en cuanto tiempo ha tenido que pasar para que Dembélé, desatado, se entienda con el ingenio de Alba, y para que Griezmann corone con desenvoltu­ra una acción, en un partido de Champions, y no puede hacer más que maravillar­se. ¡Qué equilibrio más frágil y delicado de temperamen­tos, de estados de ánimo y de forma física, ha hecho falta para llegar hasta este gol...! En un equipo de fútbol profesiona­l de la élite mundial, conviven jóvenes talentos venidos de todas partes, con sus culturas diferentes, personalid­ades dispares, momentos vitales y humores diversos. Lo hacen en la estrechez de un vestuario extremadam­ente competitiv­o, flanqueado a diario por el interés de los medios y bajo la presión de un sentido de la responsabi­lidad que, si no se lo imponen ellos mismos, ya encuentran de inmediato quien se lo recuerda. Desde el aficionado, en el campo, hasta la maestra de escuela de los hijos, pasando por los compañeros o, quién sabe, el taxista que llevó a los padres, un día, desde el aeropuerto... El control de la informació­n que entra y sale de este grupo humano, a fin de que no afecte al entendimie­nto ni la deseable sintonía que tendrían que buscar entre ellos, dentro de este espacio real y simbólico que es un vestuario, que es un club, ha sido tradiciona­lmente una de las tareas más complicada­s para los técnicos. Por eso no me extrañó mucho que Koeman se despachara contra el presidente de la junta gestora, por haberse permitido el exhibicion­ismo de reflexiona­r en voz

Según qué jugadores parece que florezcan justo cuando ya no esperas nada

alta sobre la oportunida­d o no de vender a Messi en el mercado de verano.

Tanto en su vertiente deportiva como en la institucio­nal el club se encuentra en medio de una etapa de transición y a veces parece que todo cuelgue de un hilo. Los aficionado­s hemos afilado la sensibilid­ad psicológic­a hasta el extremo. Nos preocupa el estado de ánimo de Messi, el de Griezmann, en lo que piensa Dembélé... ¿Y Riqui Puig? ¿Y Trincão? Lo que suceda en los próximos meses determinar­á sus futuros y, claro, el del Barça. Por eso me pareció tan interesant­e el documental “Anelka. L’incompris"(frank Nataf, 2020) que encontraré­is en Netflix. Porque el realizador sabe trasladar magníficam­ente a la audiencia, cómo de absurda, tozuda y opresiva, puede resultar una mirada de esta índole sobre los jugadores, sobre todo si se trata de personajes como Anelka, con la capacidad expresiva de un jeroglífic­o. ¿Qué demonio le pasa por la cabeza? ¿Está contento o triste? ¿Todavía es de los nuestros? Según qué jugadores, parece que florezcan justo cuando ya no esperas nada.

 ??  ?? POR LA ESCUADRA
POR LA ESCUADRA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain