La Vanguardia

El vía crucis de Marc Márquez

El piloto catalán es operado por tercera vez y podría no reaparecer hasta primavera

- ROBERTO RODRÍGUEZ

Es difícil, casi imposible, enjaular a Marc Márquez. Un animal competitiv­o que sólo vive en libertad cuando está sobre su moto. Campeón del mundo en ocho ocasiones en los últimos diez años, seis de ellas en Motogp, el de Cervera atraviesa estos días un infierno muy particular. Una horrible travesía que comenzó con una desgraciad­a lesión en el húmero, tras una caída en Jerez allá por el mes de julio, y que seis meses después continúa persiguién­dole. El pasado jueves se operó por tercera vez. Por el camino se ha perdido un Mundial. El objetivo ahora es no perderse el siguiente.

Fue precisamen­te su hambre de éxitos lo que le empujó a infravalor­ar la primera lesión. Acostumbra­do a recortar plazos con facilidad, ante la necesidad de guardar reposo decidió plantarse en el circuito dos días después de ser operado. Márquez sufrió una fractura en el húmero derecho el 19 de julio y fue operado dos días después. Pese a sus frustrados intentos, el 25 de julio tenía que abandonar el GP de Andalucía por el fuerte dolor. El equipo del doctor Mir le había instalado una placa con 12 tornillos para fijar la fractura. Sin cicatrizar todavía, el riesgo era máximo. El domingo 2 de agosto, de buena mañana, Marc notó un crujido en el brazo derecho al intentar abrir un ventanal de su casa. Las malas noticias se confirmaro­n poco después. La placa de titanio se había roto y debía operarse de nuevo. La fractura obligaba a un replanteam­iento total. Marc se despedía de la temporada.

Quince días después Márquez fue operado por segunda vez y se fijó un periodo de recuperaci­ón de entre dos y tres meses. Él hablaba entonces a los suyos de un mes y medio. Su idea era reaparecer en las últimas carreras. Pero la pesadilla no había terminado.

Tras la segunda operación comenzó una progresiva rehabilita­ción, primero con el brazo escayolado, después con una protección de carbono, pero las pruebas médicas periódicas no anunciaban que el hueso estuviese solidifica­do. Al piloto le faltaba fuerza en el brazo. No podía volver a competir así. Probó otras terapias como las ondas de choque, consultó otras opiniones médicas, como los especialis­tas de Red Bull en Austria y la Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos). Finalmente, optó por operarse.

Eso sucedió el pasado jueves en el hospital Ruber Internacio­nal de

Madrid. El secretismo hasta entonces había sido enorme. El piloto catalán sufre una pseudoartr­osis del húmero derecho. La operación llevada a cabo por un equipo formado por los doctores Samuel Antuña, Ignacio Roger de Oña, Juan de Miguel, Aitor Ibarzabal y Andrea García Villanueva consistió en retirar la placa de titanio anterior y colocar una nueva con un injerto óseo de cresta ilíaca –un fragmento del hueso de la cadera– para ayudar a cicatrizar el húmero. El procedimie­nto quirúrgico duró ocho horas.

¿Y ahora qué? Nadie sabe todavía cuanto tiempo necesitará de recuperaci­ón ni si podrá estar para el comienzo del Mundial en marzo, aunque se estima que podría regresar a principios de mayo. Esta vez se impone la calma. Lo único que parece seguro es que el campeón ha aprendido una dura lección, y no volverá hasta estar al 100% para demostrar que sigue siendo el mejor.

OPERACIÓN DE OCHO HORAS

Al de Honda, que sufre una pseudoartr­osis, le han colocado un injerto en el húmero para que cicatrice

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@MARCMARQUE­Z93 Marc Márquez se entrena en los días previos a la tercera operación en su húmero derecho

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