La Vanguardia

Un Barça dudoso concede un empate ante el Valencia (2-2)

Un Barça frágil en defensa concede un empate ante un combativo Valencia

- LUIS BUXERES

El Barça fue a cambiar de marcha y rascó el embrague. En plena aceleració­n, el equipo de Koeman se frenó casi en seco. La visita del Valencia al Camp Nou resucitó viejos fantasmas e hizo aflorar todas las debilidade­s del conjunto blaugrana, que sigue mostrándos­e demasiado irregular como para asomarse a la lucha por el título. El empate impidió que los locales sumaran su tercera victoria liguera consecutiv­a y añadió un poco de agua al vino que últimament­e se estaba bebiendo en el Barcelona, demasiado necesitado de alegrías, por pequeñas que sean.

Koeman intentó darle continuida­d a la buena imagen ofrecida ante la Real Sociedad y mantuvo el dibujo del 4-3-3. Dicen los sabios que lo que funciona es mejor no tocarlo, aunque el dicho no lo aplicó con demasiada confianza el holandés, que al descanso sacó a Busquets del campo para meter a De Jong (con molestias) y regresó a un esquema con dos mediocentr­os, que le da mucha más confianza. Tanto con un dibujo como con el otro, no se vio a un Barça convincent­e. Fue un equipo el blaugrana que solo funcionó a rachas, algunas de ellas brillantes, no se puede negar, pero que sigue arrojando demasiadas dudas.

El Barça es el equipo que más goles promedia por partido de la Liga pero la sensación es que su margen de mejora en la puntería es sideral. Aunque quizás su mayor lastre sigue anclado en la zona defensiva, donde concede demasiado a sus rivales como para tener argumentos para presentar candidatur­a. No fue una excepción la visita del Valencia a un silencioso Camp Nou, convertido­s los chés en el octavo equipo que se adelanta en el marcador ante los blaugrana en lo poco que llevamos de campeonato. Una estadístic­a demoledora y que no habla demasiado bien de las capacidade­s defensivas de los blaugrana.

El conjunto de Koeman se topó de inicio con un rival muy defensivo, cortesía de un Javi Gracia que guarda bajo llave el secreto para salir de Barcelona sonriente. No fue ayer su primera vez. Tocaban cómodos los blaugrana y llegaban a las cercanías del área rival con facilidad, pero siempre erraban en el último pase. Doménech, luego convertido en héroe, vivía con tranquilid­ad por muy cerca que viera el balón. El embotellam­iento en el área valenciani­sta era colosal, incapaz el Barça de aprovechar las bandas ante un adversario tan cerrado. Ni Braithwait­e, incansable por la izquierda, ni Griezmann, en su habitual versión gris por la derecha, pisaban la línea de cal sino que se iban siempre hacia el centro.

No se le puede negar al Barça la actitud, sobre todo a la hora de recuperar el balón tras cada pérdida, muy intensos en esa faceta los de Koeman. Pero esa intensidad desaparece muchas veces en el momento de defender y eso, en la elite, se paga fatalmente. Así sucedió en el primer gol del Valencia, originado en una pérdida imperdonab­le de Dest que acabó en un córner, cortesía de la parada de Ter Stegen ante Soler. Diakhaby, más solo que una palmera en un desierto, remató a gol el saque de esquina botado desde la derecha. Una condena demasiado grande para un Barça que había porfiado bien aunque sin demasiada clarividen­cia.

La última jugada del primer tiempo pudo cambiar el partido. De un nuevo paradón de Ter Stegen, esta vez ante Maxi Gómez, se pasó en segundos a un leve empujón de Gayà a Griezmann, que iba en carrera, que Hernández Hernández estimó como penalti. El VAR no corrigió su decisión pero sí rebajó la roja al jugador valenciani­sta a amarilla. Messi le añadió picante a la búsqueda del récord de Pelé fallando la pena máxima, mérito también de Doménech, pero el rechace lo cazó Alba y su centro lo cabeceó, esta vez sí, Messi a gol.

Con las fuerzas igualadas Koeman agitó a su equipo al descanso. Cambió de dibujo y dio entrada De Jong. Mientras sus futbolista­s lo asimilaban, Cheryshev remató casi al aire el que parecía el 1-2, un susto que mitigó poco después Araújo con un remate de media chilena que adelantó al Barça, de nuevo brillante el uruguayo en faceta defensiva. Doménech evitó casi de inmediato la sentencia de Braithwait­e sobre la línea de gol y dio alas al Valencia, que se lo creyó. Tanto que Maxi Gómez situó el 2-2 adelantánd­ose a Mingueza en su remate.

Quedaban 20 minutos pero el jarro de agua fría fue muy pesado para el Barça. Solo Coutinho, con dos disparos, fue capaz de inquietar la portería valenciani­sta en ese tramo final. La sentencia estaba dictada. No iba a haber tercera victoria consecutiv­a. El Barça no había hecho méritos suficiente­s y el liderato se vuelve a alejar.

FRENAZO EN SECO

Los blaugrana no pudieron encadenar su tercer triunfo consecutiv­o en un choque de nuevo muy irregular

OTRO ERROR ATRÁS

El Valencia se adelantó con un remate de Diakhaby, alarmantem­ente solo, en un saque de córner

 ??  ??
 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Leo Messi marcó de cabeza un gol que pasará a la historia por igualar los que anotó Pelé con el Santos
LLIBERT TEIXIDÓ Leo Messi marcó de cabeza un gol que pasará a la historia por igualar los que anotó Pelé con el Santos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain