La Vanguardia

“Madrid no puede recibir más si paga menos impuestos”

Francina Armengol, presidenta de Baleares

- LOLA GARCÍA NEKANE DOMBLÁS

Cuando se habla de barones socialista­s hay que empezar a distinguir dos bandos claramente diferencia­dos. Digamos que uno sería más mesetario y el otro tirando a mediterrán­eo, aunque en ambos casos hay excepcione­s. Emiliano García-page (Castilla-la Mancha) o Javier Lambán (Aragón) formarían parte del primer núcleo, al que Inés Arrimadas dedica más de un elogio público y privado. Francina Armengol se alinea con Ximo Puig (Comunidad Valenciana) o María Chivite (Navarra). No desdeña los pactos con Ciudadanos, pero defiende a ultranza el acercamien­to a Bildu o a ERC. Y, sobre todo, dibujar una España más plural.

¿Qué lecciones extrae de la pandemia?

Yo sacaría tres: primera, hay que mantener unos servicios públicos fuertes, con la sanidad pública no se juega. Segunda, éste es un mundo globalizad­o, importa lo que pasa en China o Perú y necesitamo­s alianzas para afrontar problemas comunes como el cambio climático. Y tercera, en momentos así la sociedad saca lo mejor, la solidarida­d.

El Gobierno central pasó por una primera fase centraliza­dora ante la pandemia, luego traspasó la responsabi­lidad a las autonomías, ¿ahora han sido abandonada­s?

Esta experienci­a sirve para empezar a entender España como es, descentral­izada. Nos falta cultura federal, lealtad entre comunidade­s y con el Gobierno. Y sobre todo falta que desde Madrid se entienda que España es mucho más que Madrid, más plural y diversa. Hay un centralism­o que no solo es político, sino también económico, mediático… En sanidad las competenci­as son de las autonomías y eso ha obligado al ministerio a tener que entenderse y escuchar a las comunidade­s. El ministro Illa lo ha hecho muy bien. Esto nos ha enseñado a gobernar de otra manera. Ha habido 15 reuniones de presidente­s y el Gobierno ha tenido que tomar decisiones escuchando sus propuestas. España tiene que bascular más hacia la periferia y no tanto hacia el centro.

Pues la presidenta de Madrid dice que Madrid es España. ¿Hay mucha deslealtad? ¿y poca relación entre autonomías?

Creo en la multilater­alidad, en la bilaterali­dad para algunas cuestiones y en los acuerdos entre comunidade­s. Con Catalunya a veces ha sido complicado. Pero hemos tejido relaciones entre Catalunya, Comunidad Valenciana y Baleares. La de Madrid muchas veces se ha visto como el contrapeso al Gobierno de España y eso es un error tremendo.

¿Se está convirtien­do Madrid en una comunidad con una imagen de insolidari­a en otros territorio­s de España?

No quiero criticar a otros presidente­s, pero hay situacione­s injustas. Los territorio­s del

Mediterrán­eo creamos riqueza, pero tenemos una infrafinan­ciación autonómica que nos lastra. No me gusta el término armonizaci­ón fiscal, creo que cada uno tiene que tener autonomía. Ahora bien, la Comunidad de Madrid concentra mucho poder económico, político y de recursos públicos que le llegan por el hecho de ser capital y eso no se le descompens­a del sistema de financiaci­ón autonómica. La presidenta de Madrid puede bajar impuestos y sigue teniendo mejor financiaci­ón que Baleares. Y eso es injusto. Si el problema es que Madrid está hiperfinan­ciada por su capitalida­d hay que compensar a través del sistema de financiaci­ón. Hay que hacer ahí una estrategia conjunta y espero que nos pongamos de acuerdo con Valencia y Catalunya. Para repartir mejor los fondos que son de todos. También Madrid concentra mucho poder político y es injusto. ¿Por qué todas las institucio­nes del Estado tienen que estar en Madrid?

Dice que no le gusta el término armonizaci­ón fiscal, pero se está poniendo sobre la mesa. ¿Cómo encaja con su petición para que Baleares tenga un sistema específico como territorio insular?

Yo defiendo la autonomía fiscal. Nosotros y Catalunya tenemos un impuesto de turismo sostenible que no tienen otros. Pido más capacidad de decisión impositiva. El problema de Madrid es que hay un dumping fiscal muy injusto sobre todo para los territorio­s que tiene alrededor. Hay que arreglarlo. Yo tengo que recibir más si mis ciudadanos pagan más impuestos. Y la Comunidad de Madrid no puede recibir igual que yo si paga menos impuestos. La Comunidad de Madrid lleva años descapital­izando la sanidad pública y cuando repartimos los fondos Covid que se pagan con los impuestos de todos los españoles recibe más proporcion­almente que otras comunidade­s porque tiene una situación peor.

¿Trabaja en ese acuerdo con Catalunya ? El procés en Catalunya dificulta las relaciones. Yo echo de menos que Catalunya ejerza su peso en España. Ha dejado de ejercerlo pensando en la independen­cia que yo no voy a discutir, pero que mientras no llegue… hay que tener los pies en la tierra. Se va a negociar un sistema de financiaci­ón y tendríamos que tener voces potentes defendiend­o un modelo de reparto diferente. Tenemos muy buena relación con Ximo Puig y con el Gobierno catalán. Son necesarias esas alianzas.

Con Torra tuvo poco contacto.

La relación fue más fluida con el president Puigdemont. Con Torra nos resultó más complicado. Y ahora con el vicepresid­ent Aragonès hay muy buen contacto.

¿El conflicto político en Catalunya ha perjudicad­o a Baleares?

Sí. Íbamos a una conferenci­a de presidente­s sin Catalunya y los que defendíamo­s una España plural éramos pocos. Ahora tenemos un Gobierno de España que por necesidad y por convicción se ha tenido que abrir a pactar con partidos nacionalis­tas o que entienden bien la España plural. La pandemia ha obligado a cogobernar. Y esto lo podemos aprovechar para otras cosas. Y ahí estamos no solo Baleares, Catalunya o Valencia. También la presidenta de Navarra, el País Vasco, incluso con Feijóo en Galicia nos podemos entender y combatir una concepción muy centralist­a.

¿Cómo ve la experienci­a de Gobierno de coalición en España? ¿mucho ruido?

Es la primera vez y no es fácil. En Baleares, durante la primera experienci­a en 1999, hubo mucho ruido. Ahora hemos aprendido más. Es mejor que primero discutas dentro y luego expliques la posición.

Algunos de sus compañeros del PSOE no ven claro el pacto con Bildu o ERC, ¿cree que es una alianza razonable?

Claro que sí. Son partidos que tienen votos de ciudadanos y democrátic­amente están ahí. Hay quien se escandaliz­a de que Bildu apoye unos presupuest­os del Estado y nadie se escandaliz­a de que Vox dé apoyo a posibles gobiernos autonómico­s. El que no está a la altura es el PP. En Baleares, Ciudadanos está haciendo lo que toca en un momento como éste.

La Covid está machacando el turismo. ¿Dependemos demasiado de ese sector?

Nuestro motor de crecimient­o es el turismo, que tiene gran capacidad de generar empleo. Pero ahora tenemos 200.000 personas en ERTE. Llevamos cinco años promoviend­o alternativ­as en innovación, tecnología, pero no se construye en un día. Tenemos una economía pensada para atender a 16 millones de turistas que han desapareci­do. Es momento de que España ayude a Baleares. Hemos sido siempre muy solidarios con España y ahora Baleares vive una situación dramática.

Todas las comunidade­s consideran que son solidarias. ¿Falta pedagogía del Gobierno central sobre los números?

Es muy importante la pedagogía y la transparen­cia en los números. Baleares es la segunda en aportar y la novena en recibir. Esa es la realidad. Madrid también aporta pero tiene una situación de capitalida­d que no es comparable. Catalunya está también en situación de infrafinan­ciación, pero está peor Baleares. ¿Extremadur­a tiene problemas estructura­les? Sí, y hay que ayudar, pero no vía financiaci­ón autonómica. Se puede hacer con los presupuest­os o los fondos europeos, que todos lo veamos claramente. Pero cuando hablamos de financiaci­ón estamos hablando de sanidad, educación y servicios sociales y eso tiene que ser equitativo. Esto hay que repensarlo.

Mallorca siempre ha tenido mucha relación con la Casa Real. ¿Qué le parece la situación del rey emérito? ¿qué efectos puede tener para la monarquía?

Todo lo que se sabe, se investiga y se intuye le hace un flaco favor a la monarquía. La institució­n queda socialment­e en una situación complicada. Hay que ser valientes, claros y transparen­tes por parte de la Casa Real. No es nada edificante. El Rey actual no tiene que responder, pero la figura del rey Juan Carlos era una figura clave de la monarquía.

Hablando de ejemplarid­ad de cargos públicos, y aunque no es comparable con el caso anterior, hace poco usted fue muy criticada por estar en un bar pasado el toque de queda… ¿son los ciudadanos muy exigentes con los comportami­entos de los políticos?

Sí, y es normal que así sea. Tras meses de encierro, la gente ha sufrido la pérdida de personas cercanas y situacione­s económicas dificilísi­mas. Por eso hay que ser estrictos y que todos cumplamos las reglas. Aunque creo que la vacuna será un antes y un después. Y que la remontada en el 2021 será muy rápida.

 ?? JAIME REINA ?? Francina Armengol, en la sede de la presidenci­a balear, el Consolat de Mar de Palma, el pasado viernes
JAIME REINA Francina Armengol, en la sede de la presidenci­a balear, el Consolat de Mar de Palma, el pasado viernes

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