Expertos en IOS que aprendieron Android
Empleados de Apple de La Maquinista distribuyeron tabletas en hospitales
El confinamiento y los momentos críticos de la primera ola de la pandemia sacó lo mejor de muchos. Apple, a diferencia de otras empresas, no hizo ERTE pese a tener que cerrar sus tiendas en prácticamente todo el mundo. Uno de sus empleados de la tienda de La Maquinista de Barcelona, Jordi Pujol, se encontraba en casa con ganas de hacer algo de utilidad porque no podía trabajar cuando habló con un amigo de la Societat Catalana de Tecnologia que le habló de un proyecto para hacer llegar tabletas a los hospitales para que los pacientes que se encontraban solos pudieran comunicarse con sus familiares.
Lo comentó con algunos colegas del trabajo y en cuatro días todo mundo estaba en marcha. Crearon una pequeña web y un anuncio. Se pusieron entre 15 y 20 personas a recoger tabletas usadas, desinfectarlas, configurarlas y hacer que se llevaran a algunos hospitales.
El primer problema con el que se encontraron es que, como empleados de Apple que se dedican a explicar y ayudar a los clientes con los productos de la compañía de la manzana mordida, son expertos en el sistema operativo IOS, pero no en Android, aunque muchas de las tabletas que les cedían utilizaban este software de Google, así que les tocó aprender para poder llevar a cabo su labor de voluntariado.
Pujol calcula que entre el inicio del confinamiento en marzo y finales de mayo, cuando la primera ola de la pandemia empezó a remitir en España, distribuyeron alrededor de 200 tabletas, principalmente en el hospital Clínic, pero también en los hospitales de Tortosa y de Mora d’ebre.
Para llevar a cabo esta distribución de las tabletas llegaron a un acuerdo con el Institut Català de la Salut (ICS) y con varias empresas, entre ellas Fibracat, que les cedió tarjetas SIM con conexión de datos 4G para aquellos lugares en los que no había una buena cobertura de wifi, y también Glovo, que hizo muchas de las recogidas en un momento en el que solo determinados empleados estaban autorizados a salir a la calle.
Apple tiene un programa interno en el que por cada hora que un empleado se ofrece como voluntario y por cada dólar que dona, Apple hace una aportación económica equivalente a la misma oenegé beneficiaria. Cuando el grupo de La Maquinista intento adherirse, ya había pasado el plazo para presentar la solicitud, pero les dio igual. Su satisfacción fue haber ayudado en esta crisis.