Pasión por el cava
Javier Pagés Font, que el próximo 30 de diciembre brindará con cava por su 63 aniversario, es un hombre avezado a los grandes retos. Ha coronado los 4.809 metros de altitud del granítico Mont Blanc, y ha conquistado varias cimas pirenaicas. También es un experto deportista en aguas abiertas. Ha llegado a cubrir a nado la travesía de Menorca a Mallorca, pese a las incesantes picadas de las medusas. Cuando entrena nada hasta cinco días por semana, y suele cubrir el trayecto que separa Port Ginesta de Vilanova i la Geltrú. Le gusta hacerlo con un grupo de amigos con los que ha entablado una relación muy especial. Dice que “el inmenso mar, al que no hay que perderle nunca el respeto, me permite reencontrarme, con tranquilidad y silenciosamente, conmigo mismo”. También es amante del golf, pero su gran pasión es un efervescente vino de estrellas: el cava. Se reconoce como un wine lover. No tiene dudas que la del cava, ya desde finales del siglo XIX, ha sido “una historia de éxito”. Recuerda que Cava es la segunda denominación de origen española en volumen y la primera en los mercados internacionales, con presencia en más de un centenar de países de todo el orbe.
Amante de los grandes desafíos, el presidente desde finales de agosto del 2018 del Consejo Regulador del Cava ha impulsado los cambios normativos más relevantes de la trayectoria de la institución con la intención de relanzar el prestigio del espumoso de calidad más exportado del mundo. No ha sido un reto fácil, y ahora queda por delante la implementación de los cambios mientras estas fiestas se mantienen productos en la gran alimentación a precios finales de hasta unos sonrojantes 1,29 euros la botella. Ha tenido que capear las crisis por los precios excesivamente bajos que se han pagado a los productores en las últimas dos cosechas y por los importantes excedentes del sector, así como por los problemas por la coronacrisis. Ha vencido recelos y, por unanimidad, ha conseguido que se aprobara un plan estratégico que ha permitido segmentar y zonificar la DO Cava, así como poder singularizar a los elaboradores integrales (aquellos que trabajan sus propias viñas y vinifican y crían íntegramente en su propiedad). Está convencido que identificar el origen de los diversos cavas será “interesante” para un consumidor que a partir del 2021 podrá “compararlos entre ellos”. Pese a que los nombres adoptados para las nuevas zonas y subzonas han levantado ampollas, especialmente en Requena y con la designación Comtats de Barcelona para los cavas catalanes, Pagés opina que “son nombres que expresan autenticidad por estar ligados a territorios”.
También se ha creado la distinción de cavas de Guarda (para aquellos con crianzas superiores a los nueve meses) y los de Guarda Superior (los de más de 18 meses, fruto de viñas de agricultura ecológica inscritas en un registro especial y con un rendimiento máximo de 10.000 kilos de uvas por hectárea). Los de Guarda Superior engloban los Reserva, los Gran Reserva y los de Paraje Calificado. Pagés defiende que los exigentes cambios, que “ponen a la DO Cava a la vanguardia de las denominaciones de vinos espumosos de máxima calidad bajo el estricto método tradicional”, redundarán en la mejora para el consumidor de los criterios de información y trazabilidad. De hecho, remarca el rigor en el control de la DO Cava, que se ha acentuado notablemente en las dos últimas vendimias. En este marco, el próximo año se lanzará una plataforma digital que permitirá adaptar la trazabilidad del cava a la nueva normativa. En la última vendimia ya se volvió a reforzar el control a pie de viñedo y en las bodegas con hasta 90 verificadores. Para el próximo año también se ha anunciado la puesta en marcha de la Cava Academy, una plataforma online pionera para formar a los futuros expertos en cava.
Reconoce que quedan asignaturas pendientes, como incrementar el consumo en Catalunya y España; elevar el precio de un producto que tiene “una increíble alta calidad” y que se beneficie toda la cadena de valor del sector. Ante las escisiones como la de las diez bodegas que integran la asociación Corpinnat, Javier Pagés afirma que “ojalá en un futuro podamos volver a ir todos juntos porque así sumaremos para competir mejor y ganar mayor prestigio y valor”.
Estas próximas fiestas las pasará en familia en Barcelona, brindando sin dejar de dar gracias “por la salud”, y sin olvidarse de “los grandes sacrificios a los que obligan unos tiempos tan duros como los actuales”. También levantará la copa de cava deseando que vengan mejores momentos para todos.
Incrementar el consumo de cava en España y elevar los precios, sus asignaturas
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