Navidad dura y difícil

Navidad dura y difícil la de este año. No solo está en juego la salud de las personas sino también la economía de muchos sectores, como el turismo, la hostelería y el comercio, que esperaban salvar el año con el aumento del gasto familiar que se produce en estas fechas. El rebrote de la pandemia, con las restricciones de movilidad e interacción social que se exigen para combatirla, el clima de temor y desconfianza que hay entre los ciudadanos, así como el gran número de personas que están sin trabajo, y que supera el 20% de la población activa, afectará a los niveles del consumo, que serán sensiblemente inferiores a los del año pasado. Esto hará que, muy probablemente, el producto interior bruto (PIB) retroceda nuevamente en este último trimestre del año. Así lo ha previsto ya el Banco de España, que ha echado un jarro de agua fría sobre el moderado optimismo del que hacía gala la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Hay mucha gente que no puede gastar porque sus ingresos han bajado en picado o sencillamente porque se ha quedado sin ellos. Pero, en cambio, los que han podido mantener el empleo y el negocio han optado por guardar para el futuro. Esto ha hecho que el ahorro se haya disparado hasta niveles históricos, tanto en España como en Catalunya. Pero ello tampoco es bueno para la economía porque al disminuir el gasto se debilita el motor más potente del crecimiento económico y del empleo, que es el consumo. El comercio, al igual que la hostelería, acusa duramente el impacto de la pandemia. En los diez meses transcurridos desde que apareció la Covid-19 la crisis ha arruinado ya a más del 15% de los comercios en España, que se han visto obligados a cerrar. El porcentaje puede aumentar si los establecimientos que quedan en pie no logran salvar la campaña navideña, en la que se concentra buena parte del grueso de las ventas de todo el año. Pero las perspectivas no son buenas. Hay encuestas que señalan que el 70% de los consumidores gastará menos este año, a diferencia del pasado, en que España batió récords de consumo en Europa durante la campaña navideña.

La pandemia ha generado asimismo un importante cambio de hábitos, ya que hay más gente que al optar por quedarse en casa ha incrementado las compras por internet. Se calcula, al respecto, que siete de cada diez españoles utilizará estas Navidades el ordenador, la tableta o el móvil para hacer alguna compra o algún encargo a los bares y restaurantes que sirven a domicilio. Este auge registrado por el comercio electrónico ha llegado para quedarse y obliga a una profunda reestructuración del comercio tradicional.

Navidad de más crisis, pues, para el comercio, la hosteleria y el comercio, entre otros muchos sectores. La esperanza es que los Reyes llegan con la vacuna y auguran un 2021 de recuperación. Que así sea.

La caída del consumo agrava la crisis que ya arrastran sectores como el comercio y la hostelería