Barcelona no olvida a Gervilla
Veinte años después de su asesinato por ETA, el agente de la Guardia Urbana da nombre a una calle de Les Corts cercana al lugar del atentado
Memoria, dolor y agradecimiento ayer en Les Corts. Un sobrio y emotivo acto saldó una deuda que Barcelona tenía con Juan Miguel Gervilla desde hace ya veinte años. La ciudad dedica, por fin, una calle al agente de la Guardia Urbana asesinado por ETA. El descubrimiento de la placa, presidido por la alcaldesa, Ada Colau, tuvo lugar el día del vigésimo aniversario del atentado y contó con la participación
RECONOCIMIENTO DE COLAU “La Guardia Urbana es una policía de ciudad, de proximidad, cercana a la gente”
APELACIÓN DE LOS HIJOS “Que la desmemoria no se apodere de nosotros, le recordamos junto a todas las víctimas”
de compañeros y familiares, así como de concejales.
La calle, antes del Institut Frenopàtic, está cerca del lugar donde Gervilla fue tiroteado por terroristas de ETA después de que tratara de ayudarlos, ya que su coche parecía averiado. Ocurrió en el cruce de la Diagonal con Numància, también en Les Corts, el distrito en el que trabajaba. El cumplimiento de su deber de auxilio le costó la vida.
“Hace 20 años ETA acabó con la vida de una persona buena, que tenía por trabajo y por vocación servir a los otros, ayudar a los ciudadanos y velar por la seguridad, la paz y la convivencia en nuestras calles”, recordó Colau. “Aquel crimen nos volvió a llenar de rabia, de dolor de indignación”, añadió, pero, advirtió, “la firmeza de nuestros principios democráticos es más fuerte que cualquier terrorismo criminal”.
La edil reconoció el empeño de la Guardia Urbana para que una calle lleve el nombre de Gervilla, por lo que calificó el de ayer como un “acto de justicia”. Y extendió el homenaje a todo el cuerpo. “Es una policía de ciudad, de proximidad –subrayó–, que ha conocido el terrorismo; en el de la Rambla del 2017 fue la primera en llegar, precisamente por estar en cada calle y cada plaza, cerca de la gente”.
“Perdimos a un compañero, un servidor público, una parte de nosotros”, recordó el intendente mayor Pedro Velázquez, jefe de la Guardia Urbana. El de Gervilla, señaló, “fue un sacrificio enorme que salvó muchas vidas” ya que el coche en el que iban sus asesinos estaba preparado para atentar.
Carles Gervilla, hijo del agente asesinado, acompañado por su hermano Òscar, emocionado, recordó que “nos despojaron de la oportunidad y el privilegio de continuar creciendo con un padre”. Veinte años después, prosiguió, “hemos decidido que la desmemoria no se apodere de nosotros y le recordamos junto a todas las víctimas de la banda terrorista ETA”. También reivindicó la labor de “todas las personas de carne y hueso que salen todos los días a la calle y se juegan la vida” y lamentó “qué poco se les reconoce su servicio”.