Barcelona revivirá “una vez más”

¿Que destacarías de la gestión de la crisis en tu ciudad de residencia?

Hay un patrón común en los gobiernos que han gestionado bien la pandemia: (1) no minimizando el fenómeno, (2) dando una respuesta rápida y contundente con una comunicación clara e inequívoca a la población, (3) proporcionando acceso a tests masivos e (4) inspirando a la ciudadanía a hacer los sacrificios necesarios para contener la emergencia. México como país hizo lo opuesto y ha salido golpeado. Pero en Ciudad de México el sector privado ha invertido en medidas muy estrictas para el bien común y para salvaguardar la/su economía. La toma de temperatura en establecimientos, la difusión de gel sanitario en cada rincón, la higienización del calzado o la obligatoriedad de mascarillas han permitido vivir una vida relativamente normal, disfrutando de espacios públicos, comercios y restaurantes.

¿Cómo se ha visto la gestión de Barcelona desde tu ciudad?

Mal, hemos sido una ciudad muy golpeada por la expansión del virus y el impacto económico causado por las polémicas decisiones de las autoridades locales. Frenar el virus es cosa de todos; salvaguardar la economía, también. Es preciso un liderazgo mediante el ejemplo, la unión y la responsabilidad. En Barcelona se percibe un ambiente crispado, conflictivo, poco solidario y, lo más importante, sin positivismo sobre el ahora y el futuro. Dos grupos de trabajo son los que nos deben sacar de ésta: los expertos, que saben y dominan la materia y deben aconsejar qué hacer y qué no hacer de forma transparente y clara, y las autoridades, guiándonos con ejemplo, de forma positiva y amigable, sin confrontaciones entre los barceloneses ni con los de al lado. Ese mix nos puede salvar: ¡debemos fomentar esos valores!

Propuesta para Barcelona

Barcelona revivirá una vez más... ¡No me cabe la menor duda! Sí, una vez más, pues son ya varios los acontecimientos negativos en los últimos años que nos han llevado a frenar en vez de acelerar el desarrollo, desde los trágicos atentados de la Rambla a los conflictos políticos, que han causado una división social.

Hemos tenido la oportunidad –y la seguimos teniendo– de mirar hacia el futuro a través de una sociedad unida, solidaria y acogedora. El mundo quiere venir a Barcelona, pero no se lo estamos poniendo fácil. Cuando salgamos de ésta, que saldremos, deberemos unir fuerzas para elevar a Barcelona hasta donde tiene la capacidad de estar. Ahora sí, tocará aprovechar la oportunidad porque el tren no pasará muchas más veces. Depende de nosotros, de todos.

EL SECTOR PRIVADO HA INVERTIDO EN MEDIDAS PARA EL BIEN COMÚN SE PERCIBE UN AMBIENTE CRISPADO, POCO SOLIDARIO, SIN POSITIVISMO HAY QUE MIRAR AL FUTURO A TRAVÉS DE UNA SOCIEDAD UNIDA Y ACOGEDORA