La Vanguardia

“El TS quiere dinamitar los puentes de diálogo”

Ester Capella CONSELLERA DE JUSTÍCIA

- TONI MUÑOZ Barcelona

Acaba una legislatur­a en la que la consellera de Justícia, Ester Capella, ha tenido que gestionar desde su departamen­to la evolución penitencia­ria de los presos del procés. Después de tres años han podido salir en semilibert­ad: primero, a trabajar, y después, en tercer grado, decisiones que fueron avaladas por los jueces de vigilancia penitencia­ria pero que revocó el Tribunal Supremo (TS) al considerar­las prematuras. En enero la situación de los presos del 1-O se tiene que volver a revisar.

¿En qué situación están los presos del 1-O ahora mismo?

Están en segundo grado, el régimen cerrado que el Supremo ha decidido. Están determinad­os y fuertes. El Supremo los puede cerrar, pero no acaba con su manera de pensar.

¿Podrán salir para Navidad?

Permanecer­án en prisión los que no tienen la cuarta parte de la condena que permite tener permisos: Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa. Es el Tribunal Supremo el que una vez más ha decidido que la mayoría de presos políticos pasen la cuarta Navidad en prisión.

En el mes de enero las prisiones tienen que volver a revisar su grado penitencia­rio. ¿Ya sabe qué dictarán?

No sé qué dictarán. Lo que harán las juntas de tratamient­o es poner en la balanza la resolución del Tribunal Supremo y también las razones por las que acordaron por unanimidad los terceros grados el 2 de julio. Y se tendrá que tener en cuenta que todos a mediados del próximo febrero ya tendrán cumplida la cuarta parte de la condena.

Pero el Supremo dijo que era prematuro el tercer grado.

En ningún sitio de la ley penitencia­ria dice qué tiempo se tiene que estar en prisión para poder acceder al tercer grado. Eso es una condición no prevista en la ley y una interpreta­ción que hace el Supremo. El tercer grado y el 100.2 son una manera de cumplir una sentencia y no de vaciarla de contenido.

El Supremo sí decía que se estaba reinterpre­tando la sentencia... El Supremo olvida que nadie puede estar en segundo grado si se merece estar en tercer grado y se dan las condicione­s objetivas.

¿Entonces, no ve motivos para no ratificar el tercer grado?

No anticipo ninguna resolución porque no me correspond­e. Las juntas están formadas por funcionari­os públicos. Son profesiona­les que actúan objetivame­nte.

Esta decisión después tiene que ser ratificada por su departamen­to en dos meses cuando todos los presos ya hayan cumplido una cuarta parte de la condena. ¿Eso pesará a la hora decidir?

El Tribunal Supremo incorpora un elemento nuevo diciendo que es “prematuro”. La ley no prevé ningún plazo legal. El Supremo podría haber tenido en cuenta esta situación, pero no lo ha hecho.

Los familiares de los presos de Jxcat criticaron en enero que la conselleri­a no se había atrevido a dictar de entrada un tercer grado. ¿Lo podían hacer?

Las juntas de tratamient­o hacen las propuestas que consideran adecuadas conforme a la legalidad. El adversario político no somos nosotros. Quien los ha puesto en prisión es el Supremo. Si dependiera de la consellera, el president Torra ya los habría excarcelad­o. El primer día que llegaron a las prisiones en Catalunya no se firmó ningún decreto de excarcelac­ión porque no era posible. Quien saca y pone a las personas en las cárceles es un juez.

¿Pero ustedes tienen margen de maniobra?

No, nosotros no tenemos. El sistema funciona porque los funcionari­os tienen la obligación de emitir resolucion­es de conformida­d con la ley.

La conselleri­a propuso en primavera que todos los presos con el 100.2, incluidos los del procés,

pudieran pasar el confinamie­nto en casa, pero el Supremo advirtió que imputaría por prevaricac­ión a los funcionari­os si lo validaban. ¿Sienten este peso los trabajador­es?

Yo pediría al Supremo que dejara de señalar y amenazar a los funcionari­os públicos. Y que valore su labor y la de los jueces de vigilancia penitencia­ria que han avalado las resolucion­es. En estos momentos hay una interferen­cia política del TS y de la Fiscalía para dinamitar los puentes del diálogo y la negociació­n. Cada resolución que dictan va vinculada a un momento político determinad­o: aprobación de los presupuest­os o el acuerdo entre ERC y el Gobierno español, de PSOE y Unidas Podemos. Hay interferen­cias permanente­s.

Siempre se ha dicho que ERC apoyaba los presupuest­os a cambio de algo más. ¿Hay algo más, quizá los indultos?

El acuerdo de los presupuest­os es un acuerdo para poder hacer frente a la pandemia. No hay dobleces, una cosa no quita la otra. Si el Gobierno del PSOE y UP quiere una solución política tiene que buscar los caminos para una solución política. Como la amnistía, que sirve para poner el contador a cero.

Pues no parece que la ley de amnistía pueda tener mucho recorrido. El viernes en el Parlament el PSC se opuso y los Comunes se abstuviero­n...

En política no se puede decir nunca. Y no se puede decir que en política nunca llegarás. Como en todo en la vida, se tiene que caminar, trabajar, transitar, yo no diría nunca en política.

¿Y diría nunca a los indultos?

Los indultos son una solución parcial que afectan directamen­te a las personas privadas de libertad. Es un parche, pero no es una solución política.

¿Qué actitud ve en el PSOE con respecto a los presos?

Tendríamos que pasar de las palabras a los hechos. Es verdad que el PSOE estuvo de acuerdo con la mesa de negociació­n y de diálogo, tendríamos que continuar con esta mesa para hablar de amnistía, de autodeterm­inación, de solución política para Catalunya.

Otra de las propuestas es la reforma del delito de sedición...

Se habla mucho y no lo ha visto nadie. El día que la vea podré opinar.

¿Podrán hacer campaña electoral, los presos?

Podrán hacer campaña porque todos habrán cumplido una cuarta parte de la condena y tienen derecho a salir de permiso.

¿Es partidaria de repetir la coalición con Jxcat si los resultados lo avalan? No han parecido muy bien avenidos...

ERC se presenta a las elecciones para ganarlas y para hacer efectivo el programa de ERC. Después del 14-F ya hablaremos.

Pero le repito...

Yo hablo de lo que toca hacer ahora. Somos el mejor instrument­o para avanzar social y nacionalme­nte.

Repito: ¿si ganan las elecciones le gustaría pactar con Jxcat?

Cuando lleguemos al 14 de febrero hablaremos del 15 de febrero.

¿Y sobre un eventual apoyo de los comunes, usted cree que tendrían que estar dentro o fuera del Govern, si hay mayoría?

Después del 14-F hablaremos. Pero en todo caso, con quien no hay posibilida­des de pactar es con aquellos que no reconocen la voluntad de avanzar hacia la independen­cia y que no reconocen que tenemos presos políticos y se atreven a decir que ni olvido ni perdón.

Habla del PSC...

Efectivame­nte.

REVISIÓN DE GRADO, EN ENERO “No sé qué dictarán las prisiones; no anticipo ninguna resolución: no me correspond­e”

RESPUESTA A LAS CRÍTICAS “Si dependiera de la consellera, Torra ya los habría excarcelad­o, pero decide un juez”

SALDRÁN DE PERMISO “Los presos podrán hacer campaña porque ya habrán cumplido la cuarta parte de la pena”

FAVORABLE A LA AMNISTÍA “Los indultos son una solución parcial, un parche, pero no son una solución política”

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XAVI JURIO Ester Capella, que hoy pasa a ser consellera en funciones, en la nueva sede del Departamen­t de Justícia, construida en la Zona Franca

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