La Vanguardia

EE.UU. imputa al autor de la bomba del atentado de la Pan Am de 1988

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

El libio Abu Agila Mohamed Masud fue imputado este lunes por Estados Unidos como presunto autor de la bomba que el 21 de diciembre de 1988 destruyó un avión de la Pan Am. Sucedió sobre la ciudad escocesa de Lockerbie. Costó la vida a los 259 pasajeros del Boeing 747, que cubría el trayecto Nueva York-londres, y a otras once personas en tierra. Perdieron la vida un total de 190 estadounid­enses.

A dos días de dejar de ser el fiscal general (equivalent­e al ministro de Justicia), para William Barr tuvo un especial significad­o, de cerrar el círculo, hacer el anuncio de la imputación. En 1991, Barr ocupaba el mismo puesto que ahora al dar a conocer los primero cargos por este atentado. Bajo el gobierno del presidente George H. Bush, entonces acusó a otros dos libios, ambos agentes de espionaje. A uno lo absolviero­n y el otro recibió cadena perpetua, pero salió libre en el 2009. Murió tres años después por un cáncer.

La justicia de EE.UU. pedirá a Libia la extradició­n de Masud. Al presunto terrorista se le describe como un exoficial de inteligenc­ia del régimen de Muamar el Gadafi y uno de los principale­s fabricante­s de bombas. El punto clave de esta investigac­ión se produjo en el 2017. Las autoridade­s supieron que Masud estaba encarcelad­o y tuvieron conocimien­to de un interrogat­orio al ser detenido, después de la caída de Gadafi, en el que reconoció la autoría de la bomba y que colaboró con los otros dos acusados.

Si bien es el tercer imputado, Masud sería el primero al que se juzgaría en Estados Unidos.

En rueda de prensa, a Barr le tocó responder sobre el supuesto fraude electoral que denuncia Trump, pese a que los tribunales le han denegado las demandas y de que el Colegio Electoral ha dado la victoria a Joe Biden. “Me ratificó en que no existen evidencias de un fraude amplio o sistémico que pueda cambiar el resultado”, reiteró Barr.

Subrayó que no ha hallado razón alguna para poner un fiscal especial que investigue las elecciones. Trump querría nombrar a la abogada Sidney Powell, conocida por la conspiraci­ón en la que Hugo Chávez, fallecido en el 2013, es el responsabl­e último de la derrota del presidente.

Barr se negó a que se confisquen las máquinas de recuento de votos, a que se nombre otro fiscal especial para indagar a Hunter Biden y atribuyó a Rusia el pirateo masivo a institucio­nes del Gobierno. Trump culpa a China.

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