Plásticos que van al intestino
Los investigadores prueban sus efectos en otros organismos y estudian su incidencia en humanos
Los nanoplásticos diseminados por el medio ambiente, y que están siendo ingeridos por los seres vivos (vertebrados e invertebrados), están causando alteraciones en la flora intestinal de estos organismos. Además, cuando se da una exposición reiterada y persistente a nanoplásticos, el cambio de la composición del microbioma intestinal da lugar a alteraciones en los sistemas inmunitario, endocrino y nervioso. Así lo indica un estudio que revisa trabajos anteriores, capitaneado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el Creaf, y que ha publicado Science Bulletin.
“Peces, así como otros vertebrados e invertebrados expuestos a los nanoplásticos, sufren alteraciones en las poblaciones normales bacterianas de su flora intestinal. Esto significa que pueden provocar inflamaciones y daños a nivel local en su intestino; pero a la vez pueden ocasionar otros cambios en sus organismos, como alteraciones en el sistema inmunitario o endocrino”, explica Mariana Teles, investigadora de la UAB, que ha trabajado conjuntamente con otros investigadores, como Josep Peñuelas, profesor del CSIC en el Creaf.
Esta investigadora estudia de qué manera los nanoplásticos se acumulan en los seres vivos y pueden llegar al hombre a través de la cadena trófica (alimentaria).
Sobre esta premisa, el estudio alerta de que los impactos sobre el microbioma intestinal podrían afectar a la salud humana, aunque aún no se conocen suficientemente los mecanismos fisiológicos concretos de estas alteraciones en el caso de la especie humana. “En humanos no existen estudios aún, pero lo más probable es que esto también ocurra”, señala Teles.
Tras descomponerse en diminutas nanopartículas, los plásticos entran con facilidad en la cadena alimentaria, están presentes en el agua que bebemos o en el aire que respiramos. Por ello, la entrada de nanoplásticos en los organismos centra la atención de los científicos, ante el riesgo de que pueda llegar a alterar su metabolismo y provocar efectos no deseados sobre la salud
Los efectos se han evaluado tradicionalmente en especies acuáticas de moluscos, crustáceos y peces. La mayoría de las vías neurológicas, endocrinas e inmunológicas de estos vertebrados son muy similares a las humanas; por ello, los autores alertan de que algunos de los
Los nanoplásticos podrían alterar la flora intestinal de las personas como ocurre con los peces
efectos observados podrían darse también a los humanos.
“El artículo busca advertir de que el plástico está presente en casi todo lo que nos rodea, no se degrada y nos exponemos a él de forma continua. En estos momentos, solo podemos especular sobre sus efectos a largo plazo en la salud humana, pero ya existen indicios de varios estudios que describen alteraciones hormonales e inmunes en peces que podrían darse en humanos”, explica Mariana Teles.