La mano del diablo
El fútbol no logra concretar con claridad cuándo es falta y cuándo no
Por más esfuerzos que dedican los guardianes del reglamento del fútbol la falta por mano sigue siendo polémica. El pasado fin de semana se avivó de nuevo la controversia con la acción de Sergio Ramos en el campo del Eibar, al desviar con el codo un peligroso balón que se dirigía al área pequeña. ¿Mano punible o simple lance del juego? Ni el árbitro, el andaluz José Luis Munuera Montero, ni el encargado del VAR, el madrileño Guillermo Cuadra Fernández, vieron penalti. Sucedió en los minutos finales, con 1-2 para el Madrid.
“Las manos siempre serán un conflicto”, reconoce Xavier Moreno, exárbitro de Primera División y actual presidente del Comité Técnico de Árbitros de Catalunya. Y admite que la intervención arbitral se va complicando a medida que los responsables de redactar las Reglas de Juego miran de concretar qué debe señalarse como falta por mano y qué no. Moreno no es muy amante de dejar muchas decisiones a criterio arbitral, pero considera que, en el caso de las manos, era mejor cuando se trataba solamente de determinar, desde el punto de vista del árbitro, la voluntariedad del infractor para ayudarse con las manos o el brazo.
El IFAB, el organismo que vela por la conservación y mejora del reglamento, intervino a fondo en el 2019, creyendo que aclaraba considerablemente la sanción por tocar el balón con la mano. “Con sus nuevas directrices el IFAB ha intentado –veremos si lo consigue– clarificar y aportar coherencia”, se explicaba en estas mismas páginas en junio de 2019. Tras un año y medio de aplicación el balance es decepcionante y algunos lo han expresado con especial contundencia, como Gian Piero Gasperini, el entrenador del Atalanta, con ocasión de sentirse perjudicado (dos penaltis por mano contra su equipo) en un partido contra el Juventus. Curiosamente, suelen aparecer los mismos equipos beneficiados en estos casos. “¿Qué podemos hacer?”, clamaba Gasperini. “¿Les cortamos los brazos?”
El problema de las manos se agudiza cuando puede comprobarse que ni los jugadores, ni los entrenadores, ni la prensa y a veces da la impresión de que tampoco los árbitros tienen medianamente claro qué debe sancionarse con falta y qué no. Tras el partido de Eibar su entrenador, José Luis Mendilíbar, denunciaba: “El problema es que los árbitros no saben cuándo deben pitar una cosa y cuándo otra”. Exàrbitros, como Juan Andújar Oliver, han opinado que hubo penalti de
LA NORMA CLÁSICA Antes todo pasaba por la voluntariedad del infractor, siempre a criterio del árbitro
LA VISIÓN ACTUAL Ahora la clave es la posición antinatural de los brazos que logran que el cuerpo “ocupe más espacio”
porque “golpea el balón con el codo ocupando un espacio”. Incluso el mismo futbolista del Madrid, si creemos la versión facilitada por Mendilíbar, opina que hubo falta: “A él también le ha parecido penalti, lo ha estado comentando con varios jugadores nuestros”, desveló el técnico vizcaíno.
“El reglamento no está claro, en absoluto”, analiza Joan Maria Pou, el narrador de El Barça juga a RAC1. “Ya en su momento el criterio de la voluntariedad me parecía impreciso, pero ahora, con esto de la posición natural lo que logras es complicarle la vida a los árbitros”. Para Pou, el punto clave de la acción de Ramos se halla en que “interceptó un pase que se dirigía a un jugador del Eibar en el área pequeña. Si esto no es sancionable, que baje Dios y me lo explique”.
De todas las medidas de modernización que aportó la IFAB en el 2019 la única que no acaba de funcionar es la de las manos. El fútbol ha avanzado con decisiones que se han asumido con naturalidad, como la prohibición de incrustar a un atacante en las barreras defensivas del rival, la recuperación de las tarjetas a los banquillos, la obligación de abandonar el campo por la línea más cercana en las sustituciones, el balón a tierra (saque neutral) sin disputa entre dos jugadores... pero con las manos no hay manera. “Una de las claves es la posición de los brazos. Una posición antinatural, como el penalti de Piqué con España en el partido contra Rusia del Mundial 2018, es claramente penalti y no depende de la voluntariedad”, explica Xavier Moreno. Y recuerda jugadores como Puyol, “ejemplares con su manera de esconder las manos en la espalda”.
En sus aclaraciones a la regla 12, “Faltas y conducta incorrecta”, el reglamento especifica como sancionable el caso en el cual “la mano o el brazo se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio”. Para Joan Maria Pou “es evidente que Ramos estaba ocupando un espacio extra, me parece un penalti clarísimo”. Y concreta: “Ha llegado un punto que en nuestras narraciones me limito a señalar si ha habido contacto con la mano o no. Pero sobre si debe sancionarse preferimos esperar a ver las imágenes repetidas. Y a veces no estamos todos de acuerdo. La norma es tan imprecisa que produce estas situaciones”.