El Camp Nou, a debate
Vilajoana y Benedito plantean jugar en Montjuïc durante las obras
El futuro del Camp Nou, por primera vez desde que los precandidatos se postularon, fue ayer protagonista en la precampaña electoral azulgrana. La viabilidad económica del Espai Barça o incluso la construcción de un nuevo estadio fueron los temas que se pusieron sobre la mesa.
En un acto donde anunció los miembros de su junta directiva en caso de ganar los comicios, el precandidato Xavier Vilajoana desgranó las líneas maestras de su plan económico y patrimonial, que en parte pasa por reducir los costes del proyecto Espai Barça. La precandidatura del exdirectivo aseguró, en boca de Carlos López De la Vieja, del área patrimonial, que el presupuesto de la remodelación del estadio se reduciría un 30%, de los 390 millones actuales a 312 millones, además de mejorar la “eficiencia y sostenibilidad”. El ahorro se conseguiría gracias a una reforma continuada durante dos años y no en fases como plantea la hoja de ruta vigente. “Queremos generar más ingresos lo antes posible con el Camp Nou para financiar el resto del Espai Barça”, explicó López.
De ejecutar esta idea, el primer equipo del Barça deberá trasladarse a otro estadio hasta el inicio del curso 2023-2024, cuando calculan que finalizarán las obras. “Según cómo evolucione la Covid, jugaríamos sin público en el Johan Cruyff y si pueden entrar aficionados jugaríamos en Montjuïc. Con gradas supletorias llegaríamos a los 72.000 espectadores, que es la media de asistentes al Camp Nou”, indicó Vilajoana. También el precandidato Agustí Benedito sugirió el Estadi Olímpic como alternativa temporal, aunque su idea es más radical. “Si soy presidente no haremos el Espai Barça; construiremos un estadio nuevo”, indicó el líder de Ara Barça, ara Benedito en la presentación de su precandidatura. Con arreglo a un estudio de la arquitecta Benedetta Tagliabu, la precandidatura defiende que la reforma en la actual estructura del estadio, de 65 años, implicaría “inversiones muy importantes para su mantenimiento”, además de un “alto riesgo de desvío presupuestario”. Por el contrario, un proyecto de cero, donde también se incluiría el nuevo Palau Blaugrana, permitiría tener el “mejor estadio del mundo” con un presupuesto de 900 millones, igual o menos del coste del Espai Barça. De ganar en las urnas, Benedito planteará dos ubicaciones a los socios: donde está ahora el Camp Nou o en la ciudad deportiva Joan Gamper en Sant Joan Despí. “La primera opción comporta sacrificios. Jugaríamos en Montjuïc, que ampliaría su aforo. O nos vamos tres años, o estaremos 8 o 9 años con obras”, explicó Benedito.
No sería la primera vez que el Barça actúa como local en Montjuïc, aunque no por tanto tiempo. La última vez, por culpa del mal estado del césped del Camp Nou, fue en 1996 en la ida de la Supercopa de España contra el Atlético y en un partido de la Recopa contra el AEK Larnaca. Horas antes de que Vilajoana y Benedito expusieran sus planes con el Camp Nou, el precandidato Joan Laporta, que durante su presidencia presentó una primera reforma a cargo de Norman Foster, criticó la actual situación: “No lo quisieron aprovechar y ahora tenemos lo que tenemos. Tendremos que hacerlo lo mejor posible, pero limitado”. El debate sobre el Camp Nou ha entrado en la precampaña.