Tusquets y Martí

Con tan solo seis días de diferencia pudimos leer dos artículos que hablaban del Eixample; en el primero, “Traicionando a Cerdà” (Opinión, 10/XII/2020), de Oscar Tusquets, pudimos constatar su vehemencia y su mal humor al ver el modo en que se están transformando las calles de Barcelona y, en el segundo, “¿Cerdà, neutral?” (Opinión, 16/XII/2020), del concejal Jordi Martí, algo más tranquilo, se advierte su talante político, o sea, se defienden los objetivos y no se habla del aludido modo.

En ambos artículos sobresalen básicamente tres cosas: su alto nivel intelectual, dos vocaciones distintas –Tusquets es arquitecto y Martí es licenciado en Ciencias de la Educación– y su distinta manera de interpretar a Cerdà. Creo que los dos artículos tienen cosas buenísimas. Si Martí, como concejal, hubiese contratado a Tusquets para reestructurar el Eixample, al igual que el Ayuntamiento que lideró Maragall supo fichar a Oriol Bohigas, hoy Barcelona luciría mucho mejor y estos dos artículos no existirían.

Jordi Querol Piera

Barcelona