La Vanguardia

De pellizco en pellizco

Catalunya es una de las comunidade­s beneficiad­as de un sorteo muy repartido, pero no recupera los 340 millones invertidos

- RAÚL MONTILLA FEDE CEDÓ

Alos pocos minutos de comenzar el sorteo, el primer quinto premio en salir del bombo, el 86986, pero también el segundo de su categoría, el 19731, apuntaban dos caracterís­ticas del sorteo más atípico de ayer que se repitió: que los premios este año iban a ser muy repartidos... pero que el azar no iba a dar la espalda a Catalunya. Y así fue. La guinda indiscutib­le, los 240 millones de euros del gordo que regresó a Reus, si bien el resto del territorio fue picoteando a base de diferentes premios hasta llegar a un montante que podría rondar los 270 millones de euros: en los próximos días se acabará de cuadrar cifras, incluyendo también terminacio­nes y pedreas. No se recuperará todo lo invertido en Catalunya, unos 340 millones de euros según datos de Loterías y Apuestas del Estado, pero al menos no se perderá más de la cuenta.

En este sentido, aunque Andalucía lideró la lluvia de euros en forma de décimos, 472 millones del total de 2.408 muy focalizado­s en Punta Umbría y Granada, en Catalunya, más allá de Reus y del gordo también hubo pellizcos del resto de premios. Sin ir más lejos, una veintena de series del segundo, el 6095 (125.000 euros al décimo), que eso sí, podían haber sido muchas más en este caso si la pandemia, a la que se le atribuyen que las ventas este año hayan caído un 11% en el conjunto de España, lo hubiera permitido. La administra­ción del centro comercial Màgic de Badalona repartió 2,5 millones de euros correspond­ientes a dos series enteras, si bien se vio obligada a devolver trece series del 6095, dado que el centro tuvo que estar cerrado durante ocho semanas debido a las restriccio­nes de la pandemia. Las semanas de mayor actividad comercial. “Ayer tratamos de vender un poco de todos los números que teníamos para dar algún premio”, explicó Miguel, copropieta­rio de la administra­ción junto a su hermana Anna.

En Palau-solità i Plegamans sí que se habrían vendido unas diez series, unos 12,5 millones de euros, de ese segundo premio que también llegó en forma de una serie a Vallirana y a Lleida. También a Barcelona, aunque este año, la capital catalana se ha puesto de perfil en la lluvia de millones. Más allá de esa serie del segundo premio que vendió una administra­ción de Sant Andreu, tan solo repartió 10 series de un quinto (Sants) y diez décimos de otro (Navas). Y ya está.

En el resto de Catalunya, del tercer premio, el 52472, también hubo pellizco, el de Ripoll. Si bien se vendieron también series (50.000 euros por décimo) en Sant Boi de Llobregat, Terrassa, Santa Margarida de Montbui o Anglès.

En el caso de los dos cuartos premios, tan solo uno visitó Catalunya: el 75981, además con un único décimo vendido en un estanco de Creixell: 20.000 euros.

Nada que ver con los ocho quintos premios, dotados con 6.000 euros, y que en el caso de Catalunya y más allá de Barcelona se convirtier­on en un goteo casi constante de dinero. Repartiero­n quintos premios administra­ciones de Sort (30 series), l’hospitalet de Llobregat (25 series que se vendieron principalm­ente en un bar de Cornellà), Valls (17 series), así como Girona, La Llagosta, Vielha, Palamós o Salt.

Barcelona esquivó la suerte con solo una serie del segundo y un puñado de décimos de dos quintos

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MANÉ ESPINOSA Anna y Miguel, copropieta­rios de la administra­ción de Badalona

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