Dest hace bueno el sistema
El punch, la altura y la determinación de Dest fueron clave para que la estructura azulgrana resultara exitosa. Y lo fue porque el lateral derecho se mantuvo en una posición tan elevada y su protagonismo exterior fue tan constante que, a la postre, fue más un extremo que un carril. Y eso provocó que la defensa vallisoletana no solo se tuviera que ensanchar sino que obligó a que, al menos, otro jugador del Valladolid tuviera que ir en ayudas creando más espacios interiores. Tanto es así que, de las veces que Dest entró en contacto con el esférico, 48 fueron en territorio rival y 20 en la zona que va del pico del área a la línea de fondo. Obligar para crear.