IA PARA LAS DISFUNCIONES VISUALES
Entre un 30% y un 50% de niños tienen algún tipo de disfunción visual, y un 10% de la población infantil tiene alteraciones severas que limitan su desarrollo. Además, se calcula que el 20% de niños con dislexia y el 30% de casos de TDAH son en realidad casos mal diagnosticados de disfunciones visuales. Son datos que aporta la compañía Ehealth Technical Solutions que ha creado Wivi, “una solución que permite la evaluación y el entrenamiento de las disfunciones visuales, basado en inteligencia artificial para personalizar cómo ve mundo cada persona”, explica Eva García Ramos, directora gerente y cofundadora del proyecto.
“El sistema visual tiene tres brazos, uno controla el enfoque que se compensa con gafas o lentes de contacto; otro, el neural, controla los movimientos oculares o la capacidad de enfoque más fino; y luego está la parte de codificación y decodificación, que es el psíquico”, explica el doctor Juan Carlos Ondategui Parra, cofundador de Wivi y profesor titular de Optometría en la facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), que también ha participado en el proyecto. “Para que la eficiencia visual sea la adecuada necesitas tener las tres bien coordinadas. Nosotros nos centramos en la parte neural y psíquica”, añade. La tecnología de Wivi permite detectar
“Wivi reduce el tiempo y el coste del tratamiento yal especialista le aporta resultados y medidas objetivos”
y tratar estas disfunciones, “que tienen un pronóstico muy bueno, con mejoras en el 95% de los casos”.
Son un tipo de disfunciones complicadas de diagnosticar con los métodos tradicionales, a través de “una batería de pruebas que dependen de la subjetividad del clínico. El problema está en que los tratamientos son largos, tediosos, basados en ejercicios en los que no hay control de lo que hace el sistema visual sino solo la ejecución de una serie de juegos u objetivos. Tenemos que estar en la sala con un niño una hora, dedicarnos a mantener su atención, motivarlo. Son tratamientos largos, de cuatro a doce meses y difíciles de gestionar para los padres. Para los niños psicológicamente son muy largos”, explica el doctor Ondategui.
Mientras que Wivi es “una herramienta aprobada por el Ministerio de Sanidad porque hay una parte clínica importante, acorta el tratamiento a dos meses y medio. Medimos de forma objetiva cómo el usuario está desenvolviéndose y reacciona, somos como el fisio de los ojos, adaptándonos a cada uno de los usuarios. El sistema aprende y a cada persona le propone una estimulación visual que es un reto a la vez. Wivi reduce el tiempo y el coste del tratamiento y para el especialista es una herramienta que le aporta resultados y medidas objetivas”, asegura Eva García. Para esa personalización Wivi se basó en la inteligencia artificial de IBM Watson, combinándola con la gamificación.
Universalizar el tratamiento
Juan Carlos Ondategui ha centrado siempre su trabajo en la parte clínica con pacientes, “he colaborado en otros proyectos, pero Wivi me ha permitido cumplir objetivos personales como trabajar de manera integral y ofrecer una evaluación y un tratamiento a mis pacientes. Siempre he tenido dos motivaciones: evaluar mejor y tratar y universalizar mejor los tratamientos”. Y es que solo un 1,5% de especialistas a nivel mundial dan este tipo de tratamiento.
El producto está en fase de comercialización en España, Inglaterra y Portugal. La respuesta de los profesionales “ha sido muy buena, porque el profesional que hace tiempo había dejado de lado esa parte neural ahora tiene un equipo que le da información y le permite la gestión del paciente. Mientras que al especialista le ofrecemos una herramienta atractiva para el usuario con la que gana tiempo para tratar otras disfunciones más complicadas”, asegura Ondategui.