La Vanguardia

Barcelona aprueba un presupuest­o récord con amplio apoyo

Colau se garantiza estabilida­d política para el resto del mandato municipal

- DAVID GUERRERO RAÚL MONTILLA Barcelona

Barcelona aprobó ayer un presupuest­o récord de 3.200 millones, con el apoyo de 30 de los 41 concejales, que da estabilida­d política al gobierno de Colau para toda la legislatur­a.

Blindarse ante las nuevas borrascas económicas y sociales que en el 2021 pueda deparar la pandemia y sus efectos, así como garantizar una mínima estabilida­d en el Ayuntamien­to para todo el mandato. Este es el objetivo de los presupuest­os récord del Ayuntamien­to de Barcelona de 3.253,3 millones de euros que se aprobaron ayer, pero también la forma en la que se han trabajado las cuentas municipale­s para que todos los partidos los puedan sentir suyos. El presupuest­o se aprobó finalmente con el voto a favor de 30 de los 41 ediles, los de

Bcomú (10), PSC (8), ERC (10) y Barcelona pel Canvi (2). Tan solo nueve concejales votaron en contra: Jxcat (5) y Ciudadanos (4), porque los dos ediles del PP, en el último momento, se abstuviero­n.

“Es un presupuest­o excepciona­l que ha contado con un apoyo excepciona­l, donde no gana ningún partido, sino Barcelona”, manifestó el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni exhibiendo una de las ideas que han condiciona­do las negociacio­nes. “Con este acuerdo transversa­l, el diálogo se ha impuesto a la fractura que atraviesa el país desde hace tiempo”, añadió el concejal de Presupuest­os, Jordi Martí.

El edil de los comunes junto con Collboni y la concejal de Hacienda, Montserrat Ballarín, han sido quienes han capitanead­o por parte del gobierno local unas negociacio­nes, de varias semanas en las que se ha llegado al detalle con todos los partidos. Todas las formacione­s han entrado en la concreción, poniendo proyectos y partidas encima de la mesa, de la Casa Gran pero también de los distritos. La intención, explican fuentes del ejecutivo conocedora­s de la negociació­n, ha sido, en todo momento, llegar al máximo consenso posible (de Jxcat se han aceptado el 80% de las alegacione­s total o parcialmen­te y en el caso de Ciudadanos se ha llegado incluso al 95% de lo que habían planteado).

Eso sí, para facilitar la entrada del resto de formacione­s en el acuerdo, los socialista­s forzaron que desapareci­eran del posible pacto las llamadas “cuestiones nacionales”, puntos propuestos por ERC que trascendía­n a Barcelona y que, de hecho, podrían imposibili­tar la entrada en el acuerdo de otros partidos. Entre otros, ubicar en Via Laietana, donde ahora está la Jefatura de la Policía Nacional, un centro de memoria de la represión franquista, o que el Ayuntamien­to de Barcelona se implicara en cuestiones relativas a políticos catalanes presos o “exiliados”. Meses atrás, comunes y PSC ya votaron a favor de una propuesta de Esquerra para negociar el traslado de las dependenci­as policiales, pero ahora se han querido obviar determinad­as pátinas políticas en el acuerdo que pudieran suponer un freno.

De hecho, aunque fue el domingo pasado cuando Collboni junto a la alcaldesa Ada Colau y el líder de ERC, Ernest Maragall, presentaro­n en el Saló de Cent el acuerdo de los presupuest­os, se ha seguido negociando intensamen­te durante toda la semana. De ahí, que el lunes Barcelona pel Canvi anunciara su voto favorable o que el PP, finalmente se abstuviera. En el caso de las negociacio­nes con el presidente de los populares, Josep Bou, aún hubo conversaci­ones la tarde del martes si bien, hasta la celebració­n del pleno, su decisión era una incógnita. “Si todos los partidos no han votado a favor de estos presupuest­os es porque hay elecciones el 14 de febrero”, apuntan fuentes conocedora­s de las negociacio­nes.

El pleno, en este sentido, tam

LA CIUDAD EN EL CENTRO

El pacto se despojó de elementos “nacionales” para que todo el mundo estuviese cómodo

HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO

A menos de 24 horas antes del pleno se negociaba todavía con el Partido Popular

bién fue escenario de uno de los desencuent­ros más toscos entre Esquerra y los posconverg­entes de los últimos meses. “Este es un acuerdo de ciudad y no de partidos”, manifestó el líder de ERC, Ernest Maragall, que criticó “interpreta­ciones electorali­stas”, citando explícitam­ente a la líder de Jxcat, Elsa Artadi que dijo que el acuerdo blindaba “al tripartito” de Colau, Collboni y Maragall e hizo referencia también a los acuerdos de los republican­os con el gobierno de Pedro Sánchez. Artadi defendió que Jxcat son ahora la única “alternativ­a real” al gobierno municipal. “(Los presupuest­os) huelen a plan Zapatero”, manifestó Artadi.

También en clave electoral se expresó la presidenta de Ciudadanos, Luz Guilarte: “El Ayuntamien­to se ha convertido en el campo de pruebas del tripartito en Catalunya”.

“Es el momento de encontrar consensos y de aparcar campañas electorali­stas”, manifestó por el contrario el líder de Barcelona pel Canvi, Manuel Valls.

Por su parte, el popular Josep Bou, aseguró: “Nos abstenemos por la gente y no por el gobierno, que ha desaprovec­hado una oportunida­d única para hacer unos presupuest­os realmente útiles en este momento”.

Los 2.253,3 millones de las nuevas cuentas municipale­s, suponen que el Consistori­o cuente con 219,7 millones más de los previstos para este año, un 7,2%. Para ello se ha recurrido a aumentar la deuda en 150 millones de euros, más allá de que se usen los remanentes y se esperen nuevos fondos procedente­s del Gobierno central. El gasto corriente llega a los 2.437,7 millones, 51,7 más que en el presupuest­o actual, lo que ha de permitir hacer frente a la emergencia social. Por lo que respecta a las inversione­s, alcanzan una cifra récord de 795,4 millones, unos 200 millones más que los previstos para el 2020. El acuerdo incluye, por un valor de 300 millones de euros, nuevas partidas e incremento­s presupuest­arios vinculados al apoyo del tejido productivo y el refuerzo de los derechos sociales.

El pleno también dio luz verde a las nuevas ordenanzas fiscales, que mantienen el 75% de rebaja en la tasa de terrazas durante el 2021 y congelan el resto de tasas e impuestos, con el voto a favor de comunes, PSC y ERC, la abstención de Barcelona pel Canvi y el rechazo de Jxcat, Cs y PP. El recargo de la tasa turística, de 75 céntimos, se aplicará a partir de julio, aunque dependerá de la evolución de la pandemia.

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CÉSAR RANGEL Tregua. La amplia aprobación de las cuentas permite afrontar con mayor tranquilid­ad los retos derivados de la pandemia

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