La Vanguardia

Aran, Pallars y Ribagorça, destinos alternativ­os tras el cierre en Girona

- JAVIER RICOU

Maria y Dani, vecinos de Barcelona, habían reservado siete noches (entre el 27 de diciembre y el 2 de enero) en un hotel de Llivia (Cerdanya) para estas vacaciones de Navidad. El inesperado anuncio del Govern, la noche del miércoles, que ordena el confinamie­nto de esa comarca y la del Ripollès hasta pasados Reyes ha trastocado en el último momento los planes de esta pareja. Igual que les ha pasado a otros muchos turistas con reservas ya cerradas en esas comarcas de Girona.

¿Qué han hecho Maria y Dani? Cambiar de destino, pero no de planes, ya que habían programado estas vacaciones para esquiar. El hotel de Llivia les devolvió ayer mismo la cantidad que habían adelantado por esa reserva de siete días. Y ayer mismo reservaron tres noches en un hotel de la Alta Ribagorça y otras cuatro noches en un establecim­iento de Naut Aran. Los pasos de esta pareja de Barcelona son los mismos que están dando en estas últimas horas muchos otros catalanes que pensaban pasar las vacaciones de Navidad en la Cerdanya o el Ripollés.

“Y no hacemos nada ilegal”, recalca Maria. “Simplement­e adaptamos nuestros planes –en ningún momento se nos ha ocurrido intentar entrar de forma ilegal en la Cerdanya– a las últimas normas marcadas por el Govern, que sigue permitiend­o la movilidad a otras zonas con estaciones de esquí de Catalunya, siempre que el desplazami­ento se haga desde dentro de esta comunidad”. Para llegar a esos destinos basta, en su caso, con tener reserva en un hotel, presentar el documento de autorrespo­sabilidad y estar en la misma burbuja. Todo eso se cumple en el caso de Dani y Maria.

Diferentes fuentes del sector turístico de montaña de esas comarcas del Pirineu de Lleida coincidier­on ayer al afirmar que en las últimas horas han aumentado las consultas y las reservas para esta Navidad. “Y son muchos los que confiesan que están cambiando de planes por el confinamie­nto de esas dos comarcas de Girona”, revela un empresario de Val d’aran.

Aunque de momento ese goteo de nuevas reservas en el Pirineu de Lleida de esquiadore­s y amantes de la montaña propiciada­s por el cierre perimetral de la Cerdanya y el Ripollès, “tampoco es espectacul­ar”, afirma otro hostelero de la Vall de Boí. En esas comarcas leridanas sigue habiendo plazas disponible­s en los hoteles que están abiertos, ya que se parte de una ocupación que está muy lejos de las cifras que serían normales en una Navidad sin pandemia.

Esas nuevas reservas podrían ser también, se apunta desde el sector, de turistas que estaban ya alojados antes del confinamie­nto en las dos comarcas de Girona (habrían podido quedarse ahí y seguir esquiando sin problemas) pero han decidido buscar un nuevo destino de nieve con menos limitacion­es en el sector de la hostelería. En este caso les basta con decir que vuelven a casa y hacer una nueva reserva en comarcas donde sí está permitida la movilidad si se tiene reserva hotelera.

Los viajes a la nieve en el Pirineu de Lleida están permitidos con reserva hotelera o segunda residencia

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