Nuevo lío con los Windsor
Guillermo y Catalina, acusados de incumplir las normas sanitarias por reunirse en familia con los condes de Wessex
Tras su gira en tren, los duques de Cambridge protagonizan una nueva polémica. Esta vez de nuevo a cuenta de las normas sanitarias derivadas de la Covid-19. El incidente ocurrió el pasado domingo, cuando el príncipe Guillermo, Catalina y sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis, se reunieron con el príncipe Eduardo, su mujer, Sofía de Wessex, y sus dos hijos, Luisa y Jacobo, para disfrutar de una atracción navideña en Sandringham, donde ambas familias pasarán la Navidad.
Un ciudadano pudo tomar fotos que muestran a los Cambridge disfrutando de un bosque iluminado con temática navideña situado en la finca de la reina Isabel. Una tierna estampa familiar si no fuera porque infringe las restricciones impuestas por el Gobierno británico para intentar paliar la situación tan crítica de Covid que vive el país. Las fotos fueron directamente a la portada del Daily Mail y ahí empezó la polémica.
Las dos familias llegaron por separado y procuraron mantener la distancia de seguridad, pero entre todos sumaban nueve personas, un número que excede el límite de seis que ha impuesto el Gobierno británico. “Puedes ver a amigos y familiares con los que no convives en espacios exteriores, pero en un grupo de no más de seis personas.
Este límite de seis incluye a los niños de cualquier edad”, dice la norma que han incumplido los duques de Cambridge y los condes de Wessex.
Algunas fuentes han asegurado al tabloide que fue coincidencia que las dos familias se encontraran y que no fue algo planificado. Pero lo cierto es que muy pocos se lo creen, ya que es conocida la estrecha relación que tienen, especialmente Catalina y Sofía, que han forjado una buena amistad desde la llegada de la duquesa de Cambridge a los Windsor. Además, personas que los vieron en este bosque navideño afirman que charlaron en varias ocasiones mientras caminaban por el sendero, que es de un solo sentido. Las fotos, en efecto, muestran a las dos familias formando un único grupo. El pasado septiembre, la ministra de Interior de Reino Unido, Priti Patel, ya enfatizó que dos familias que sumaran más de seis personas no deberían ni siquiera pararse a charlar en la calle.
Por si fuera poco, hay quien se pregunta si la atracción navideña a la que asistieron los duques y los condes es una de esas “actividades infantiles supervisadas” en las que el Gobierno permite superar el límite de seis personas. “Esta situación es un reflejo de la complejidad bizantina de una regulación que no para de cambiar. ¿Quién entiende realmente todas estas normas?”, reconoce The Daily Mail.
La multa a la que se enfrentan los ciudadanos de a pie en el Reino Unido por reunirse más de seis personas oscila entre los 200 y los 6.400 euros. .
Los duques de Cambridge ya estuvieron envueltos en otra polémica a principios de este diciembre por su gira de tres días por el Reino Unido. Era el primer viaje oficial de Catalina y Guillermo en el transporte favorito de la reina Isabel, el Royal Train. Su viaje a Gales y Escocia levantó suspicacias porque la movilidad está restringida en el país. El ministro de Salud de Gales tuvo que salir al paso: “Su visita no debe ser una excusa para que la gente diga que no entiende lo que se les pide que hagan”.
Para estas Navidades, el nieto de Isabel II y su familia viajaron a Anmer Hall, su residencia en Sandringham, antes de que entrara en vigor la regulación que desautoriza los viajes no esenciales desde Londres. La reina y su marido permanecen en Windsor.
Entre adultos y niños, se juntaron nueve personas en una atracción navideña en Sandringham