La Vanguardia

Ejemplarid­ad y empatía

-

Pocos discursos de Navidad del Rey habían despertado tanta expectació­n como el que pronunció el jueves 24. La principal causa de esta expectació­n estaba relacionad­a con las revelacion­es de las últimas semanas sobre las irregulari­dades económicas y financiera­s del rey emérito y, claro está, con la posición al respecto de Felipe VI. Podríamos decir que no hubo sorpresas en las palabras de Nochebuena del Monarca. Pero, también, que no hubo titubeos. Textualmen­te, dijo: “Ya en 2014, en mi proclamaci­ón antes las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepción; y que están por encima de cualquier considerac­ión, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares”.

Felipe VI no mencionó en su discurso nombres propios. Pero sus palabras fueron claras y parecían más que apropiadas para aludir a los manejos económicos de su padre. Hay unos principios morales y éticos superiores –vino a decir Felipe VI– y debemos observarlo­s, tanto personalme­nte como procurando que se respeten en nuestro entorno, incluido el círculo íntimo familiar.

Los tejemaneje­s de Juan Carlos I han propiciado una nueva oleada antimonárq­uica en España, cuyos promotores no dudan en relacionar, de modo más o menos sutil, las irregulari­dades del emérito con la institució­n monárquica que durante decenios encabezó. Así las cosas, Felipe VI hace muy bien en reiterar su compromiso con la integridad en el desempeño de su cargo, que ya estableció en su proclamaci­ón, cuando anuncio una conducta “íntegra, honesta y transparen­te”.

El Rey dedicó el grueso de su discurso de Navidad a un 2020 excepciona­l, marcado por la pandemia de la Covid-19, que ha causado graves estragos entre los españoles y ha dañado en gran medida su economía. En este capítulo, Felipe VI se mostró particular­mente empático, evocando las circunstan­cias excepciona­les que este año todo lo trastocaro­n, trajeron “sufrimient­o, tristeza y temor”, causaron tantos fallecimie­ntos y, a la postre, impidieron las reuniones de Nochebuena. El Rey señaló “las personas y familias” como “nuestra preocupaci­ón fundamenta­l”, e invitó a “mirar juntos hacia el futuro”, convencido de que el esfuerzo colectivo nos salvará.

Ejemplarid­ad en el desempeño de su función y empatía con sus conciudada­nos serían, por tanto, dos de los pilares del mensaje navideño de este año del Rey. Un año aciago, debido a la pandemia y a sus muchas y muy negativas consecuenc­ias, ante el que Felipe VI animó a los españoles a no dejarse vencer por el desánimo y les sugirió que todo saldrá bien. “No será difícil –concluyó el Rey en un guiño cómplice a los damnificad­os por el virus– que el 2021 mejore a este 2020”.

En Nochebuena, Felipe VI

reivindicó la ética “por encima de considerac­iones

personales o familiares”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain