Sopa búlgara para Andrei
Unas treinta familias bajarán a la calle para compartir sus menús navideños con ciudadanos que duermen al raso en una iniciativa de Arrels
Andrei nos ha pedido bob chorba, la sopa búlgara que le preparaba su madre, intentaremos complacerle”, comentan Enric Gotanegra y Cecilia Inglés, una pareja de veteranos voluntarios de Arrels que ha respondido a la llamada de esta fundación para ofrecer hoy y los próximos días festivos platos navideños a las personas que duermen en la calle, cerca de sus casas. Ayer, Enric y Cecilia ultimaban el menú que también llevarán, con algunas variaciones, a Aminata, una joven mujer llegada del Senegal y que al menos desde el 2017 subsiste sola a la intemperie, en la Dreta de l’eixample, y a Juan, un hombre con media vida sin hogar.
La relación de Enric y Cecilia con Arrels es de larga duración; de hecho él había trabajado para esta fundación y al llegar a la edad de la jubilación se volcó junto con su mujer en tareas de voluntariado. Ambos estaban en uno de los equipos que semanalmente recorren una zona de Barcelona para hacer compañía a ciudadanos sin techo. La pandemia de la Covid-19 ha interrumpido sus salidas, pero siguen apoyando en todo lo que pueden a esta entidad especializada en la atención de hombres y mujeres que pernoctan al raso.
Hasta ayer, unas 30 personas se habían apuntado a la iniciativa. En años anteriores, Arrels abría los días 24 y 25 las puertas de su local para ofrecer platos navideños en compañía. Ayer también repartieron menús para llevar a los que acudieron a su centro y a 240 usuarios de pisos de acogida y de otros alojamientos.
Enric cuenta que conocen desde hace al menos siete años a Andrei, que hace unos días Cecilia fue a verlo para preguntarle qué le gustaría comer hoy y que él respondió, ilusionado, que sopa búlgara, que siente mucha nostalgia de su país. Así que buscaron la receta de la bob chorba, a base de alubias y hortalizas, para poder servirla hoy a Andrei junto con pollo y patatas asadas, panettone y turrones. En el caso de Juan cambiarán la bob chorba por caldo con galets. Aminata, extremadamente reservada y tímida, insistió en que no quería nada. Al final aceptó el pollo y pidió una bolsa de magdalenas. “Son personas que están muy quemadas, decepcionadas, Aminata, una señora muy educada, tranquila, de pocas
Enric y Cecilia servirán esta mañana los platos festivos que han preparado a tres personas sin techo
palabras y temerosa de todo, acepta su situación, dice que no necesita nada”, explican Cecilia y Enric, quienes precisan que los nombres de Andrei y Aminata son ficticios para preservar su identidad.
La campaña de Arrels de bajar por Navidad, Sant Esteve, fin de año y Reyes comida caliente a quienes viven en la calle es una iniciativa más de las muchas que ponen en marcha distintas organizaciones estos días, aún más complicados por el virus. Desde la comunidad de Sant’egidio a la parroquia de Santa Anna intentarán que nadie se quede sin las especialidades navideñas. Como hacen cada mañana de lunes a sábado, en Santa Anna también servirán menús en el claustro todas las jornadas festivas.
Anna Lorenzo, coordinadora de la campaña de Arrels, subraya la disposición de la ciudadanía a ayudar. Cuenta que entre las llamadas de personas interesadas figura la de una joven que, por las restricciones de la Covid-19, no se moverá de Barcelona y que ya se ha comprometido a bajar todos los días a un hombre que duerme en su portal los mismos platos que se prepare para ella. Una anciana que también vive sola está ilusionada en poder compartir su sopa de galets con el ciudadano que lleva tiempo pasando las noches en el cajero de su calle.