La tregua se acabará este lunes con medidas que restrinjan más la movilidad
El crecimiento de casos es más lento que en octubre, pero las ucis están más llenas
La tregua navideña acabará el lunes. Catalunya tiene 2.000 nuevos casos diarios, este fin de semana seguramente ya alcanza los 14.000 semanales, acercándose al doble de los que había hace solo dos semanas.
Es una cifra muy elevada que puede romper el equilibrio asistencial, lo que significa que la asistencia primaria, los hospitales, las ucis no puedan atender las otras enfermedades. “Pero además en siete días será Fin de Año y siete después, Reyes: una combinación diabólica de interacción social”, definió Josep Maria Argimon, secretario de Salut Pública. “Por eso el día 28 analizaremos la situación teniendo en cuenta cómo estaremos los días 7 y 8”.
Los expertos de Salut Pública, aunque admiten que es demasiado pronto para saber qué pasará en enero, cuentan con que la curva se disparará entonces, recogiendo las secuelas de estos días, de una intensa interacción social en la calle y en las casas. Lo peor dará la cara entonces.
La respuesta a esa elevada cifra de personas contagiadas que volverán a poner en jaque la asistencia primaria, los hospitales, sus urgencias y especialmente sus unidades de cuidados intensivos, será común para toda Catalunya. El cierre de la Cerdanya y el Ripollès desde el pasado martes por la noche se justifica porque la situación en ambas comarcas está fuera de control, con cifras elevadísimas de contagio que se intentaron frenar sin éxito durante las dos semanas anteriores. Los casos que se detectaban a través de cribados emprendidos no tenían ligazón unos con otros, lo que daba a entender que había mucha más infección circulando sin que fuera visible ni tampoco contenible.
“Teníamos que pararlo”, explicó la consellera de Salut, Alba Vergés. La Cerdanya tiene 2.008 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días; el Ripollès, 1.395. La media catalana es de 287, así que multiplican por 8 y por 5 respectivamente esa cifra.
Las medidas que se tomen la semana que viene a la vista de la evolución de la epidemia serán en cambio para todo el territorio. “Tendremos que pensar en qué hacer con la movilidad, que es la fuente de una mayor interacción social, y no podemos hacer pedazos, tendremos que pensar de forma global. Catalunya toda, en conjunto, está en una situación muy delicada. No es como en verano, cuando el brote del Segrià. ¡Entonces la media en Catalunya era de 40 casos por 100.000! Ahora todo el territorio está mal”, recordó Argimon.
“Lo que hagamos ahora, estos días, determinará la crudeza de enero”, advirtió la consellera de Salut, Alba Vergés. “Hemos conseguido que el crecimiento sea lento, pero ese crecimiento existe”. En los hospitales han quedado ingresados estos días más de 1.500 pacientes y 314 en cuidados intensivos.
Por eso el mensaje del Govern para celebrar estas fiestas de cierta relajación, a modo de tregua en las restricciones sociales, es que, aunque no esté prohibido, lo deseable es que se reduzcan al mínimo la relaciones con otros que no sean los de la propia burbuja. Si el máximo permitido son 10 personas en los encuentros estos días –6 en el Ripollès y la Cerdanya– mejor si son menos. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, llegó a pedir que después de comer, mejor dar un paseo que quedarse a tomar café y turrones.
“Y aprovechar para ventilar”, insistió Sergio Delgado, subdirector de Protecció Civil. Sus indicaciones incluyen que, antes de que lleguen a casa personas de otra burbuja, sobre todo si son mayores, hay que ventilar. También después de la comida e incluso mantener un par de ventanas abiertas durante ese rato.
En el carrusel de propuestas gubernamentales para reducir riesgos
ARGIMON
“En siete días será Fin de Año y siete después, Reyes: una combinación diabólica”
LA URGENCIA POR FRENAR La Cerdanya y el Ripollès multiplican por8ypor5la incidencia media
MALOS DATOS GENERALES
La respuesta a la elevada cifra de nuevos casos será común a toda Catalunya
ALBA VERGÉS
“Lo que hagamos ahora, estos días, determinará la crudeza de enero”
en la situación más arriesgada imaginable –que no es otra que una comida familiar con personas mayores y de diferentes burbujas, en una mesa donde no es posible mantener mucha distancia, durante horas, en las que todos disfrutan de las ganas de verse y hablarse tras meses de distanciamiento– se apuntó incluso sustituir la comida por un encuentro al aire libre. Recordaron que sanitarios y policías, pero también en el Procicat, seguirán trabajando estos días.