Auge del consumo online
Con los cines con la persiana bajada durante meses, el hambre de consumo audiovisual aumentó y se trasladó inevitablemente a la pequeña pantalla, alimentado por los servicios de streaming como nuevo centro de entretenimiento. Los festivales tuvieron que reinventarse para no perder su cita con el público y mitigar el golpe. Muchos optaron por trasladar su programación a las plataformas online, con Filmin a la cabeza. El D’A Film Festival fue de los primeros en apostar por un encuentro virtual y la prueba se saldó con un éxito rotundo, con 215.000 visionados. Le siguieron el Docsbarcelona, el Asian Film Festival Barcelona, el festival de Gijón o el REC de Tarragona en formato híbrido. Algunos, como el festival de Cannes, decidieron cancelar su edición. “Por nuestra tradición y convicción no habrá edición online”, sostuvo el director general del certamen Thierry Frémaux, quien dispuso que las películas que iban a competir en la sección oficial se proyectaran en los festivales de otoño en los cines bajo el sello Cannes 2020. Junto a otros grandes certámenes que incluían a San Sebastián, Venecia, Cannes, Berlín, Sundance, Guadalajara, Toronto o Locarno pusieron en marcha una iniciativa pionera capitaneados por Tribeca y Youtube: We are one: A Global Film Festival, con una programación especial y gratuita que reunía más de 100 películas, además de clases magistrales, contenidos de realidad virtual y actuaciones musicales.