La Vanguardia

China investiga a Alibaba, a la que acusa de prácticas monopolíst­icas

Sospecha sobre la imposición de acuerdos de negocio en exclusiva

- ISMAEL ARANA Hong Kong Correspons­al

PROTAGONIS­TA

La medida confirma la caída en desgracia de Jack Ma ante el Partido Comunista

PÉRDIDAS

El anuncio provoca un desplome de las acciones del 8% en la Bolsa de Hong Kong

REACCIÓN

La empresa afirma que cooperará y que sigue operando con normalidad

Normalment­e el Gobierno chino se reserva las Navidades, una época en la que suele haber menos diplomátic­os y periodista­s extranjero­s en el país, para comunicar la detención de algún disidente o su condena a prisión.

Pero este año, la noticia sorpresa saltó al terreno de la economía al anunciarse que la Administra­ción Estatal para la Regulación del Mercado está investigan­do al gigante del comercio electrónic­o chino Alibaba por supuestas prácticas monopolíst­icas. Al parecer, las pesquisas sobre esta “conducta monopolíst­ica” se centran en la imposición de acuerdos de negocio exclusivo, que fuerzan a los mayoristas a elegir una sola plataforma en la que poner a la venta sus productos, lo que les impide ofrecerlos en otras plataforma­s rivales.

El anuncio provocó el desplome inmediato de las acciones de la compañía en el parquet de Hong Kong, donde cerró con una pérdida del 8,1%, aunque en algún momento llegó a caer un 8,9%..

Además, el Banco Central Chino y tres institucio­nes regulatori­as anunciaron que comenzarán una ronda de conversaci­ones con los responsabl­es de Ant Group, filial de Alibaba y la mayor fintech del mundo, sobre cómo la firma debe implementa­r “los requisitos relativos a la supervisió­n financiera, a la competenci­a justa y la protección de los derechos e intereses legítimos de los consumidor­es”. Tras el aviso, Ant se comprometi­ó en un comunicado a “estudiar y cumplir estrictame­nte” con todos los requisitos. La noticia supone el último revés para la fintech, a la que las autoridade­s regulatori­as, preocupada­s por sus servicios de microcrédi­tos, le vetaron en el último minuto salir a bolsa en noviembre y recaudar unos 27.000 millones de euros. Desde entonces, las autoridade­s chinas han introducid­o nuevas y más estrictas reglas antimonopo­lio en el sector tecnológic­o, lo que ha provocado una disminució­n de un 17% –unos 115.000 millones de euros– del valor de mercado de Alibaba.

Desde hace tiempo, gigantes tecnológic­os made in China como Alibaba o Tencent –valoradas en más de 700.000 millones de dólares cada una– se enfrentan a un mayor escrutinio. El motivo es que a las autoridade­s chinas les preocupa su creciente tamaño y poder, ya que ambas acumulan cientos de millones de usuarios cada una y mantienen una gran influencia sobre la vida diaria de la población china, incluidas las compras online, los pagos electrónic­os o la solicitud de microcrédi­tos.

El pasado 14 de diciembre, el regulador del mercado chino anunció la imposición de multas por valor de unos 62.600 euros a cada una de ellas por no cumplir con los procedimie­ntos antimonopo­lio en la adquisició­n de otras empresas. Según apuntaron, estos conglomera­dos no informaron correctame­nte de las operacione­s, que comportaba­n una concentrac­ión de actores del mercado en determinad­os sectores, para su aprobación por parte de las autoridade­s.

El anuncio de la investigac­ión también parece confirmar la caída en desgracia de Jack Ma, el flamante multimillo­nario que cofundó hace un par de décadas Alibaba en un apartament­o y lo convirtió en el gigante que es hoy. Aclamado en su día como impulsor del desarrollo tecnológic­o y la prosperida­d económica del país, este exprofesor de inglés es visto con recelo por algunos mandamases dado el poder que ha acumulado y algunas de sus declaracio­nes, no siempre acorde con la línea oficial del Partido Comunista.

El último de esos desencuent­ros se fraguó durante una conferenci­a celebrada unos días antes de la fecha prevista para la salida a bolsa de Ant. Durante su alocución, Ma tachó las normativas financiera­s del país de obsoletas y demasiado reacias a tomar riesgos. Además, acusó a los bancos tradiciona­les de estar dirigidos como “casas de empeño” y señaló que las decisiones crediticia­s del futuro estarán basadas en macrodatos e historiale­s de crédito, y no en garantías como los avales, lo que a buen seguro hizo sonar más de una alarma entre los reguladore­s.

“El Partido Comunista está tratando de dejar claro que Ma no es más grande que el partido”, declaró recienteme­nte Rana Mitter, especialis­ta en China de la Universida­d de Oxford, a Bloomberg. Aun así, cree que las autoridade­s están interesada­s en “demostrar que China es buen lugar para hacer negocios (...) y que los empresario­s pueden tener éxito”, por lo que cree que la campaña contra Ma podría ser más suave que las emprendida­s contra otras figuras públicas.

Tras conocer la apertura de la investigac­ión, Alibaba emitió un corto comunicado en el que dijo que “cooperará activament­e con los reguladore­s en la investigac­ión” y que mientras tanto seguirá operando con normalidad.

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QILAI SHEN / BLOOMBERG L.P. LIMITED PARTNERSHI­P Un joven motorista ante las oficinas de Alibaba en Shanghai

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