Inquietud por la situación en Baleares y Valencia
El servicio de epidemiología del Govern balear notificó ayer al Ministerio de Sanidad 887 nuevos contagios de la Covid-19 y tres fallecimientos desde el 24 de diciembre. Eso significa un balance muy negro para las Baleares, que alcanzan así un total de 33.212 casos y 457 víctimas mortales.
Llama la atención que en las últimas 48 horas se hayan producido 29 altas hospitalarias y 505 de atención primaria. Desde el pasado jueves, sin embargo, han aumentado los ingresos en planta (según el último balance, 317 ingresados, 21 más que el 24 de diciembre) y 65 pacientes en la uci (ocho más que el jueves).
Del jueves al viernes se realizaron 2.617 pruebas diagnósticas, de las que 245 han resultado positivas. Ello supone una positividad del 9,36%. También han aumentado en ocho los contagios entre trabajadores sanitarios, con 200 casos activos, y 402 en vigilancia.
En cuanto a la situación en residencias de ancianos, la cifra de contagios activos ha disminuido un poco y ahora son 126 usuarios (12 menos). La otra cara son las muertes en geriátricos, que tras las dos últimas horas suman ya 213.
Los ancianos son los grandes perjudicados. Pocas zonas lo revelan de forma tan contundente como la Comunidad Valenciana. Cerca del 85% de las 2.792 defunciones en este territorio a causa del coronavirus corresponden a personas mayores de 70 años. De ese total de fallecidos, el 56,7 % eran hombres y el 43,3, mujeres. La franja de edad más castigada es la de entre 80 y 89 años.