Socios de un club cannábico revendían a menores
Casi ocho kilos de marihuana, 850 gramos de hachís, 88 cigarrillos ya manufacturados con marihuana en el interior, 23 botes con resina de hachís y tres básculas de precisión. Este es el balance total de la intervención que la Guardia Urbana de Barcelona ha realizado en una asociación cannábica del barrio de Gràcia que hacía meses que se extralimitaba en sus atribuciones y la falta de control sobre los clientes daba pie a una red de venta por los alrededores que llegaba a menores.
La intervención la han llevado a cabo agentes de la Unidad Territorial de Gràcia, de la Unidad de Refuerzo de Emergencia y Proximidad y de la Unidad de Investigación. El pasado 23 de diciembre, el operativo policial procedió a hacer una entrada y registro en la asociación cannábica situada en el barrio del Camp d’en Grassot y Gràcia Nova por un presunto delito contra la salud pública.
Las investigaciones se iniciaron, sin embargo, en el mes de julio pasado cuando la Guardia Urbana recibió quejas de vecinos e informaciones sobre una asociación cannábica que funcionaba con mucha intensidad y que ocasionaba molestias debido al continuo tráfico de personas a todas horas. En la mayoría de ocasiones los clientes se marchaban del local para ir a consumir sustancias estupefacientes en los alrededores.
Fruto de las vigilancias también se pudo comprobar que algunos socios repartían las sustancias que habían adquirido en la asociación cannábica entre grupos de personas jóvenes que no eran socias; en algunos casos los jóvenes compradores eran menores de edad.
El operativo finalizó esta semana, en medio de los preparativos de las fiestas navideñas, con cinco personas investigadas y el decomiso de más de ocho kilos de sustancias estupefacientes.