La nueva normalidad dispara la digitalización del comercio
El número de subvenciones municipales concedidas pasa durante la pandemia de apenas 75 a 415
Unas pocas semanas atrás docenas de comerciantes del barrio de Sant Antoni hicieron piña para montar su propio Amazon, su propio sistema de compra por internet y reparto a domicilio. Una docena de restaurantes de la zona se sumaron luego a la idea. En estos momentos la iniciativa cuenta con una veintena de repartidores voluntarios a pedales. Ya son más de 250 negocios asociados. Hasta hace bien poco la presencia en la web de estos pequeños comercios era más bien testimonial, en verdad anecdótica. Entre todos tratan de superar una brecha digital que no imaginaban tan grande. Los más espabilados echan una mano a los más rezagados. Se trata de una iniciativa de los encantistas del mercado, la asociación comercial Som Sant Antoni y la oenegé De Veí a Veí.
Porque la pandemia está disparando la digitalización del pequeño comercio de Barcelona. La experiencia de Sant Antoni es un ejemplo de los esfuerzos de centenares de comerciantes de la urbe. No hay otro modo. En estos tiempos tan bizarros la competencia de las grandes plataformas digitales –léase Amazon, la misma que la propia alcaldesa Ada Colau recomendó ningunear durante estas fiestas– es cada día más feroz. Tanto que el Ayuntamiento de Barcelona está doblando el dinero destinado a ayudas para ello. Hace pocas semanas la comisión de gobierno municipal aprobó esta medida.
“La pandemia está disparando la digitalización del pequeño comercio barcelonés –corroboran fuentes del Consistorio que dirige la alcaldesa Colau–. Ello también se debe a que la implantación digital en el sector durante los tiempos anteriores era muy escasa, muy poco madura. De hecho, las subvenciones que ofrecimos para ello el año pasado siquiera se agotaron. Apenas otorgamos 75. En cambio las concedidas durante el 2020 suman un total de 415. El incremento es espectacular. Este año el sector se ha puesto las pilas para poder salir adelante y superar esta situación. Esta crisis evidencia que es imprescindible que el sector comercial y de la restauración de la ciudad se digitalice”.
Hablamos principalmente de bares y de restaurantes que necesitan aumentar sus ventas a domicilio. Pero también de muchos establecimientos de moda, de joyerías, de carnicerías, de pastelerías, de zapaterías, incluso de peluquerías... En muchas ocasiones la digitalización también pretende agilizar la relación con el vecino, que pedir hora resulte más sencillo, por ejemplo, y sobre incrustarse un poco más en la vida cotidiana de la ciudadanía. “Hicimos una primera partida que acabamos de doblar, hasta llegar a los 1.200.000 euros. Los nuevos presupuestos mantienen estas ayudas. Porque, a pesar de todo lo que está pasando, la implantación del comercio online en los establecimientos presenciales es todavía baja. Además, estamos ayudando a las principales asociaciones de comerciantes de la ciudad a montar su propio marketplace”.
La Fundació Barcelona Comerç, la entidad que agrupa a los ejes comerciales de barrio, los más alejados del centro de la urbe, y también Barcelona Oberta, aquella que reúne los ejes tradicionalmente más visitados, están ultimando la puesta en marcha del gran marketplace de Barcelona. Esta nueva página web permitirá a los navegantes comprar online en todas las tiendas de las principales arterias comerciales de la ciudad. Lo más probable es que entre en funcionamiento muy pronto, a principios del próximo año, en cuanto los comerciantes solventen unas cuantas dificultades técnicas.
Los ejes de los barrios y los más céntricos están montando el gran ‘marketplace’ de Barcelona