Centenario feliz
Charlie Parker Centennial Celebration
Intérpretes: Guim García Balasch, saxo alto; Gerard Nieto, piano; Pere Loewe, contrabajo; Enrique Heredia, batería Lugar y fecha: Nova Jazz Cava de Terrassa (25/XII/2020)
Charlie Parker marcó un antes y un después en la historia del jazz. Nacido en 1920 en Kansas City, donde se formó en la escuela del riff, del blues y de la canción popular, este genial saxofonista alto fue el principal artífice de la revolución del bebop en la década de 1940. Improvisador fuera de serie, a sus innovaciones armónicas y rítmicas, unía un extraordinario talento como compositor, encontrando siempre un perfecto equilibrio para sus ideas melódicas más locas.
Artista visionario que propulsó el jazz más allá de la era del music hall, el legendario Bird tuvo una vida tumultuosa y breve –murió a los 34 años–, pero dejó un legado musical inmenso. Para festejar el centenario de su nacimiento, tuvo lugar el día de Navidad –y también el de Sant Esteve– en la Nova Jazz Cava egarense el concierto de tributo Charlie
Parker Centennial Celebration. Una revisión de algunos de los temas más representativos de su repertorio, a cargo de un cuarteto liderado por el batería Enrique Heredia y con el saxofonista Guim García Balasch como figura estelar.
Abrió la sesión Confirmation, una de sus composiciones más audaces, y que el cuarteto recreó de maravilla. Para continuar con Relaxin’ at Camarillo, todo un clásico del bop que Parker escribió en 1946 tras su estancia de seis meses en un sanatorio mental californiano recuperándose de sus adicciones. Antes de abordar Lover man, una balada de Jimmy Davis versionada en su día por Parker, y fraseada con mucho encanto por un ovacionado Guim García Balasch.
Tras un vertiginoso Groovin’ high, representativo de su asociación con Dizzy Gillespie, el cuarteto revisitó Mohawk ,un fascinante blues parkeriano que propició el lucimiento solista del pianista Gerard Nieto y del contrabajista Pere Loewe. Antes de coronar este espléndido tributo al genio de Kansas City, entre el entusiasmo del público, con dos de los temas más emblemáticos de su amplio repertorio: un Donna Lee, de autoría compartida con Miles Davis, y la impagable Yardbird suite.