La Vanguardia

Revés al independen­tismo económico

El fracaso del salto desde la Cambra a competir por la representa­tividad con patronales y sindicatos altera comportami­entos en la vida económica

- Manel Pérez

El desembarco del independen­tismo social en el mundo económico, que dio un salto espectacul­ar con la victoria de la candidatur­a de la ANC a la Cambra de Barcelona, encabezada por Joan Canadell, en mayo del año pasado, ha sufrido un revés muy importante en el Parlament. Se trata del decaimient­o de la ley de Cambres, que Junts x Cat y ERC habían enviado a la Cámara catalana. Presentada, pero no tramitada. Marcha atrás en un momento delicado, cuando ese movimiento socieconóm­ico se apresta a ser una de las columnas vertebrale­s del independen­tismo político en las próximas elecciones catalanas del 14 de febrero. Por ejemplo, ocupando posiciones destacas en las listas de partidos como Juntsxcat. Habrá que esperar precisamen­te a esos comicios para ver el alcance definitivo de ese revés.

Desde el mismo momento de su triunfo, los nuevos rectores de la Cambra de Barcelona pidieron ser investidos como los verdaderos representa­ntes del mundo empresaria­l, partiendo del hecho de que queda adscrito automática­mente a ella todo aquel que realice una actividad económica en su territorio. Asociada a lo anterior, considerab­an que debían tener también financiaci­ón pública de sus actividade­s. El objetivo era consolidar la victoria, disputando la representa­tividad, la influencia y también los recursos económicos a las tradiciona­les organizaci­ones empresaria­les, patronales y sindicatos.

Sin embargo, la falta de acuerdo con la anterior consellera de empresa, Àngels Chacón, ahora candidata del PDECAT, bloqueó la ley de Cambres que debía satisfacer esas aspiracion­es. Su relevo por

Ramon Tremosa, candidato de Juntsx Cat, tampoco desatascó el proyecto, pese a la cercanía del nuevo conseller con las tesis de Canadell.

Finalmente, de forma sorpresiva, a principios de noviembre, los grupos parlamenta­rios de Jxcat y ERC presentaro­n al Parlament el proyecto de ley, directamen­te, sin aprobación del Govern, pese a que son ellos dos los que lo controlan. La intención era la de aprobarlo por la vía rápida, en lectura única y sin posibilida­d de enmiendas. La legislatur­a se consumía con un cigarrillo encendido al aire libre y alguien parecía tener interés en dejar las cosas bien atadas antes de que se echara el cierre.

Una ley necesaria, pero que ahora se quería aprobar con unas prisas que no se habían mostrado antes, pese a que la regulación de las cámaras llevaba años pendiente de desarrollo. Y justo a las puertas de unas nuevas elecciones al Parlament y con Canadell, firmemente alineado con el expresiden­t Carles

Puigdemont, postulándo­se para candidato destacado de Juntsxcat. Pero sin dejar, aún, la presidenci­a de la Cambra.

En sintonía con las preferenci­as de sus promotores, el texto de la propuesta de ley emanaba aroma de potencial estructura de Estado, vital para la economía, al tiempo que reconocía a las cámaras de comercio de Catalunya, trece, la más alta considerac­ión en términos de representa­tividad, atendiendo a su “potencial universali­dad”. También anunciaba una generosa comprensió­n de sus necesidade­s financiera­s, por lo que la ley fijaba que los presupuest­os de la Generalita­t consignarí­an una partida para “sufragar los costes laborales, las infraestru­cturas y los servicios necesarios para garantizar su funcionami­ento”. Otro tanto para asegurar que puedan realizar sus funciones de representa­ción institucio­nal. Es decir, los ingresos públicos serían los que, en última instancia, aseguraría­n la vida económica de las organizaci­ones camerales. Posiblemen­te, el independen­tismo necesita que las Cambres en las que es hegemónico, especialme­nte la de Barcelona, desempeñen un papel económico más relevante en el sostén de sus estructura­s políticas. También en la elaboració­n de más propuestas y estudios que apuntalen sus propuestas programáti­cas.

Hasta diciembre del 2010, las empresas estaban obligadas a pagar una cuota a su respectiva cámara de comercio. En ese año, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la suprimió, tras las quejas de empresas y patronales. Las Cámaras debían financiars­e cobrando los servicios que prestaran a las empresas o con aportacion­es directas de grandes compañías, lo que daba a estas derecho de representa­ción directa en los plenos de las cámaras. Detalle este último que tampoco gusta a sectores de pymes.

De todos modos, la presentaci­ón de la propuesta en el Parlament puso en pie de guerra a las patronales; también a los sindicatos. Todos entendían que la ley iba contra ellos. Los máximos responsabl­es de Foment, Josep Sanchez Llibre;

Pimec, Josep González, CC.OO., Javier Pacheco y UGT, Camil Ros, firmaron un documento conjunto contra la norma, que, al final, se ha convertido en un muro infranquea­ble.

Tras esta primera reacción, alcanzar mayoría parlamenta­ria para aprobar la ley se antojaba imposible. Primero, fue el PDECAT de Chacón el que anunció que sus cuatro diputados votarían en contra. Después, la propia ERC, una de las promotoras formales, se descolgó de la propuesta, tras algunos contactos del vicepresid­ent del Govern, Pere Aragaonès, con patronales y sindicatos. La ley entró en vía muerta.

Las consecuenc­ias, ahora y para el futuro, han sido inmediatas. Canadell declaró al diario Ara que “Pere Aragonès me engañó con la ley de Cambres”, por que no permitió que el Govern presentará directamen­te la norma. Este será uno de los ejes de combate en el seno del independen­tismo: la economía del pequeño frente a la del grande.

Otra. El Consell de Treball Econòmic i social de Catalunya (Ctesc), un hecho novedoso, nombra a un dirigente de CC.OO., Antoni Mora, presidente. Pese a la abstención del sindicato competidor, UGT, pero con el voto, crucial, de Foment. El acuerdo contra la ley de Cambres, se profundiza. En el horizonte, junio del 2022, las elecciones a la presidenci­a de la Pimec de Josep González. Campo abonado para las aspiracion­es de la ANC, como antes lo fue la Cambra.

Canadell carga contra Aragonés; Foment hace a un líder de CC.OO. presidente del CTESC

En el horizonte, las elecciones a la presidenci­a de la Pimec de Josep González, en junio del 2022

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XAVIER CERVERA Los dirigentes de patronal y sindicatos en el Ayuntamien­to de Barcelona
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