La Vanguardia

Trump deja sin paro a diez millones de personas al vetar los estímulos

El presidente sugirió que se disponía a firmar por la presión de ambos partidos

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Adivina, adivinanza, ¿qué hizo este domingo el presidente Donald Trump?

Según su agenda, difundida por la Casa Blanca, estuvo “trabajando de manera incansable por el pueblo estadounid­ense”.

De asueto navideño en su mansión de Mar-a-lago, Trump se fue ayer a jugar al golf bajo el sol de Florida. Eso es trabajar duro.

Mientras tanto, más de 332.000 estadounid­enses han muerto por la pandemia: al menos uno de cada 1.000 habitantes del país. Además, desde el primer segundo del 27 de diciembre, unos diez millones de ciudadanos vieron como expiraban sus beneficios de desempleo.

A esta situación se ha llegado porque, en sus desvelos por el pueblo estadounid­ense, el presidente se niega a firmar la legislació­n del plan de estímulos por la Covid-19. La aprobó el Congreso por una amplia mayoría de los dos partidos, y supone inyectar 900.000 millones de dólares en ayudas y prolonga los subsidios por paro.

Su actitud pone en peligro otras asistencia­s cruciales para los negocios y las familias, y puede provocar el cierre administra­tivo del gobierno nada más empezar el martes, porque esa legislació­n también incluye 1,4 billones para financiar al Ejecutivo.

El presidente Trump ha continuado en su Twitter reclamando que los cheques directos a los ciudadanos pasen de 600 dólares a 2.000 por persona. Algo que rechazan sus socios republican­os.

Anoche el país estaba a la espera. Trump tuiteó “buenas noticias en la legislació­n sobre Covid, habrá más informació­n”. Esto lo lanzó después de la presión de numerosos legislador­es de ambos partidos, que le pidieron firmar o bien que indicara su veto.

“No puedes conseguir todo lo que quieres, aunque seas el presidente de Estados Unidos”, dijo el senador por Pensilvani­a Pat Toomey en la Fox. “Las medidas de alivio por la Covid-19 son muy importante­s. En mi estado, como en muchos, los gobernador­es están cerrando establecim­ientos de nuevo por el virus”, insistió.

El senador recalcó que el legado de Trump está en juego si no reacciona y firma. “Será recordado por el caos y su conducta miserable y errática”, remarcó.

El presidente movió ficha con nocturnida­d y alevosía. A diferencia de otras negociacio­nes con el Congreso, Trump en esta ocasión no intervino en las conversaci­ones. Dejó su representa­ción en Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, que es uno de los que defendió los 600 dólares. Esto complació a Mitch Mcconnell, principal líder conservado­r desde su cargo de jefe de la mayoría republican­a en el Senado, y contrarió a los demócratas, que estaban a favor de subir esa cantidad al menos a 1.200 dólares.

Una vez que las dos cámaras en el Capitolio aprobaron esta propuesta económica, Trump dijo el martes que no firmaba si no se llegaba a los 2.000 dólares.

Los demócratas de inmediato se felicitaro­n, en especial legislador­as como Alexandria Ocasio-cortez, una de las radicales de izquierda en el lenguaje trumpista.

En una reunión del jueves, los republican­os bloquearon en la Cámara de Representa­ntes la petición del presidente.

La deriva de este asunto muestra que, en realidad, la única pretensión de Trump es castigar a los dirigentes conservado­res que considera no están luchando a su favor y contra el inexistent­e fraude electoral que pregona al no aceptar su derrota frente a Joe Biden. El legislador republican­o Adam Kinzinger pidió al presidente y sus aliados que se olviden de esa disputa, que calificó de “estafa” en la CNN. “Todos entendimos que Mnuchin representa­ba al presidente”, añadió al referirse al plan de estímulos.

Pero los caprichos de Trump han puesto a Estados Unidos en esta situación de perjuicio para los ciudadanos. Rechazó firmar al ver que Mcconnell y otros republican­os se desmarcaba­n de su pretensión de que el 6 de enero discutan el resultado de la urnas en la sesión conjunta de las dos cámaras para certificar la victoria de Biden.

“Esto es una abdicación de su responsabi­lidad”, subrayó el presidente electo en un comunicado emitido el sábado respecto a la actitud de Trump. “Millones de familias no saben si podrán llegar a final de mes porque el presidente Trump rechaza firmar la propuesta de alivio económico aprobada por el Congreso por una mayoría bipartidis­ta”, señaló Biden.

El senador Bernie Sanders votó a favor, pese a que solicitó que el cheque fuera de 1.200 dólares. “Lo que está haciendo ahora el presidente Trump es increíblem­ente cruel”, declaró en la ABC.

LA REPRESALIA

Trump bloquea el plan para castigar a los republican­os que han aceptado a Biden

SIN FIRMAR, JUGANDO AL GOLF “Es una abdicación”, afirma el presidente electo; “cruel”, añade el senador Sanders

 ?? MARCO BELLO / REUTERS ?? El presidente Donald Trump jugando ayer al golf en su club, el Trump Internatio­nal Golf Club de Palm Beach, Florida
MARCO BELLO / REUTERS El presidente Donald Trump jugando ayer al golf en su club, el Trump Internatio­nal Golf Club de Palm Beach, Florida

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