La gran esperanza contra la pandemia
El principio del fin de la pesadilla de la Covid-19 empezó ayer en España, al igual que en el resto de los países de la Unión Europea, con la inoculación de las primeras vacunas contra el coronavirus. Es un principio del fin, sin embargo, que se prolongará durante todo el 2021. El proceso será progresivo, a razón de 350.000 vacunaciones por semana. Se espera que antes del verano puedan estar vacunados veinte millones de españoles. Durante la segunda parte del año será el turno del resto.
Para que la campaña de vacunación española sea efectiva, y se pueda conseguir el llamado efecto de inmunidad de grupo que acabe con la pandemia, es necesario que se vacunen más de 35 millones de personas, el 75% de la población. Pero, hoy en día, solo están dispuestos a ponerse la vacuna –que es voluntaria– el 37% de los ciudadanos, ya que el 55% prefiere esperar a ver los efectos que provoca y el 8% rechaza hacerlo. Hace falta, como dijimos recientemente, mayor información de las autoridades sanitarias y de los expertos para contrarrestar los hechos y argumentos que suscitan desconfianza. Lo más probable es que, a medida que avance la campaña de vacunación y se compruebe que no se producen efectos adversos, cada vez haya más gente dispuesta a aceptar las vacunas. Ello es vital para que todo el país pueda quedar protegido.
Al margen de las dudas que aún quedan por resolver, como es la duración de la inmunidad y los posibles efectos adversos a largo plazo, las vacunas contra la Covid-19 han sido saludadas en toda Europa como la gran esperanza para acabar con la pandemia y poder volver a la normalidad social y económica en el transcurso de este año. Las vacunas han llegado a Europa después que este verano lo hubieran hecho ya a China y hace algunas semanas a Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Como ha dicho el primer ministro de Italia –el país europeo más castigado por la Covid-19–, ayer fue un día que quedará grabado en la memoria colectiva. Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el inicio conjunto de la campaña de vacunación europea –aunque Alemania, Hungría y Eslovaquia se hubiesen adelantado un día– ha sido un momento conmovedor de unidad y una historia de éxito de la Unión Europea. Así lo ha sido, efectivamente, tanto en la perfecta coordinación de la compra de vacunas como en su distribución equitativa y puntual a los países miembros. Ello ha comportado, asimismo, un enorme despliegue logístico y técnico para cumplir las difíciles condiciones de conservación del medicamento a 80 grados bajo cero en todo el itinerario hasta llegar a los centros de salud establecidos. Ayer las primeras personas en vacunarse de cada país fueron las grandes protagonistas del día.
Las nuevas mutaciones del coronavirus descubiertas en el Reino Unido han despertado, sin embargo, una cierta inquietud. La Autoridad Sanitaria Europea y numerosos expertos aseguran que la vacuna de Pfizer-biontech, que es la que ayer empezó a inocularse en Europa, es eficaz también contra las nuevas variantes del virus. Lo mismo han afirmado los directivos de dicha compañía farmacéutica, que, en cualquier caso, aseguran que podrían adaptar la vacuna a la nueva situación en tan solo seis meses. Al margen de ello, las autoridades europeas piensan dar luz verde a la vacuna de Moderna, al igual que hizo EE.UU. Hay otras 61 vacunas, además, que todavía están en fase de experimentación, en lo que constituye un hito histórico de la investigación mundial que garantiza que finalmente el coronavirus será derrotado desde diversos frentes.
El optimismo suscitado por el inicio de la vacunación, sin embargo, no evita el temor a una tercera ola de la pandemia para después de fiestas, a causa de las infecciones que se hayan podido producir en Navidad y Año Nuevo. El coronavirus, al igual que el drama sanitario, social y económico que comporta, seguirá con nosotros largos meses. No hay que bajar la guardia, pues, con las medidas de protección ya conocidas, que son la otra vacuna.
El inicio de la vacunación de la Covid-19 es el principio del fin de una pesadilla que aún durará todo un año