La banca endurece las condiciones para quedar exento de comisiones

El Santander y el BBVA arrancan su nueva estrategia el 1 de enero

A partir del 1 de enero, el Santander y el BBVA darán una nueva vuelta de tuerca a la política de comisiones a los clientes, endureciendo las condiciones para quedar exento del pago del servicio que tradicionalmente había sido gratuito. De esta manera los clientes que no estén vinculados con las entidades pagarán unas comisiones que pueden superar los 240 euros anuales (ver gráfico).

Fuentes de las entidades aseguran que estas medidas tienen poco impacto porque la mayoría de clientes ya cumplían esas condiciones. “No es verdad”, sostiene Josep Soler, director del Instituto de Estudios Financieros de Barcelona. “Las entidades lo hacen precisamente para generar más negocio. Si no no lo harían”, añade.

El caso más paradigmático es el del Santander, que ha pasado en pocos años de un cuenta que remuneraba a sus clientes simplemente por el saldo, a cambio de usar las tarjetas, domiciliar la nómina y también los recibos, a cobrar hasta 240 euros. Las condiciones impuestas por las cinco principales entidades de España, que aglutinan el 70% del negocio en toda España, son similares.

Cuando comenzó el escenario de tipos bajos, las entidades bancarias exigían a sus clientes una vinculación basada sobre todo en la domiciliación de la nómina y los recibos y también el uso de tarjetas. Ahora exigen además un seguro o bien productos de inversión o ahorro.

Este último requisito puede ser dificilmente cubierto por los clientes de mayor edad. En ocasiones, los ancianos no tienen vivienda en propiedad porque viven en residencias o en casa de familiares, por lo que no pueden contar con un seguro. Y al ser mayores, es poco probable que cuenten con productos de inversión puesto que normalmente necesitan total disponibilidad de sus ahorros y no cuentan con el largo plazo para invertir.

Fuentes de las entidades recuerdan que por ley están obligadas a contar con servicios bancarios básicos sin comisiones para evitar la exclusión social, si bien deben cumplirse una serie de requisitos y renta disponible.

La nueva vuelta de tuerca de las comisiones llega en medio de una de las crisis más profundas que ha vivido España en los últimos años. De hecho, Caixabank retrasó la puesta en marcha de su nueva estrategia en comisiones por el estallido de la pandemia. Las tiene en vigor desde el mes de octubre, una vez iniciada la recuperación.

Soler señala que “lo que lleva a la banca a incrementar las comisiones es la conciencia de que la tempestad de tipos bajos será larga”. El director del instituto creado por los bancos añade que “las fusiones dan para lo que dan, por lo que no son suficientes para incrementar los ingresos”.

En un artículo reciente, José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la patronal bancaria AEB, señalaba en relación con las comisiones, que “todo buen servicio requiere un precio adecuado”. Campuzano

añadía que no asumir el coste del mismo “nos podría llevar a un deterioro del servicio en el mejor de los casos y a su desaparición en caso extremo”. Citaba un informe de Deloitte sobre los servicios bancarios en Europa, en el que los bancos españoles ofrecen más servicios financieros a sus clientes y a unos precios menores.

La alta vinculación que exigen los bancos dificulta enormemente el cambio de entidad. En otros países como el Reino Unido, el cambio de cuenta es a priori más sencillo. Desde el 2013, existe un sistema al que se han acogido todos los bancos, que les obliga a cambiar en un plazo máximo de siete días todas las domiciliaciones de recibos de un entidad a otra. El mecanismo consta de varios pasos. Cuando un cliente abre una cuenta en otros bancos, su anterior entidad dispone de un plazo de una semana para cambiar todas las domiciliaciones. Este sistema evita lo que sucede en España, donde la entidad debe llevar a cabo de forma manual el cambio de los recibos que sus clientes les aportan llamando a cada una de las empresas de servicios. Además, en el caso de la nómina, es el propio cliente el que debe comunicar a su empresa el cambio de entidad. En paralelo, obviamente, el cliente debe encargarse de cerrar su cuenta en su primer banco.

Caixabank, Sabadell y Bankia ya habían elevado sus comisiones en los últimos meses